Los albinegros, que han ganado todos sus ensayos este verano, suman la friolera de 626 minutos sin encajar un tanto en su portería · Los números avalan el proyecto de continuidad al bloque del ascenso.
La mejor defensa es buen ataque reza el dicho, pero en el mundo del fútbol tal premisa no es siempre sinónimo de éxito. Una buena defensa y no encajar gol, es una fórmula necesaria para cualquier equipo y si encima se le acompaña con efectividad en ataque, la ecuación te asegura el triunfo. Éste es el caso de la Real Balompédica. Los albinegros suman la escandalosa cifra de 626 minutos sin encajar un sólo tanto en su portería.
La Balona cuenta sus encuentros de pretemporada por victorias (cinco), pero el dato a tener en cuenta es que también sigue imbatida. Pero no sólo este verano, los linenses no reciben un gol desde el pasado día 22 mayo, en el que Iván Moreno del Tudelano anotase el único tanto navarro de la eliminatoria de ascenso en el José Antonio Eola. El resto, una apisonadora los de Rafael Escobar.
En primer lugar, buena culpa de ello la tienen los cuatro cancerberos que han vestido la elástica albinegra desde ese momento. Camacho, titular en los dos encuentros de la eliminatoria ante el conjunto de Tudela, también tiene su parte de mérito. Y ya este año, el recién llegado Pagola y los canteranos Borja y el tesorillero Sergio se han repartido prácticamente el número de minutos jugados este verano por igual, teniendo como resultado siempre el mismo: cero goles en el marcador de la Balompédica.
La otra mitad del reconocimiento, lo merece la zaga albinegra, que también cabe destacar es la zona dónde menos se ha reforzado el club linense. El conjunto que dirige Rafael Escobar mantiene el mismo bloque de la pasada campaña en la parcela defensiva, probablemente curado de espanto de lo ocurrido la última vez que la Balona militó en Segunda división B, en la que traer a un gran número de defensores foráneos, tuvo un efecto totalmente inverso al esperado. Este año, el proyecto es continuista y el técnico albinegro mantiene la confianza en los mismos hombres que le llevaron al asecenso de categoría.
Sólo la incorporación de Romerito, ya perfectamente encajado en el grupo y que con lo poco que se le ha podido ver ya ha justificado su llegada al Municipal, y el regreso del canterano Dani Gallardo tras su paso por la UD Los Barrios, son las caras nuevas en la zaga.
Una zaga que matiene la misma unidad y seguridad que transmitía la pasada campaña, más aún, cuando los carrileros Antonio Merino, que acabó perdiendo el sitio a favor de Javi Gallardo, e Iván Collado, con pocos miutos el pasado curso, han recuperado su mejor forma demostrando que tienen igual o más que aportar que los teóricos titulares al final de la pasada campaña.
En definitiva, si los hombres de atrás consiguen realizar su labor, la de mantener la portería a cero, la Balona tendrá hecho la mitad de los deberes cada encuentro. El resto depende de los de arriba, que hasta hoy, han cumplido y con creces. Ésa es la llave de esta Balona 2011/12.
La Balona cuenta sus encuentros de pretemporada por victorias (cinco), pero el dato a tener en cuenta es que también sigue imbatida. Pero no sólo este verano, los linenses no reciben un gol desde el pasado día 22 mayo, en el que Iván Moreno del Tudelano anotase el único tanto navarro de la eliminatoria de ascenso en el José Antonio Eola. El resto, una apisonadora los de Rafael Escobar.
En primer lugar, buena culpa de ello la tienen los cuatro cancerberos que han vestido la elástica albinegra desde ese momento. Camacho, titular en los dos encuentros de la eliminatoria ante el conjunto de Tudela, también tiene su parte de mérito. Y ya este año, el recién llegado Pagola y los canteranos Borja y el tesorillero Sergio se han repartido prácticamente el número de minutos jugados este verano por igual, teniendo como resultado siempre el mismo: cero goles en el marcador de la Balompédica.
La otra mitad del reconocimiento, lo merece la zaga albinegra, que también cabe destacar es la zona dónde menos se ha reforzado el club linense. El conjunto que dirige Rafael Escobar mantiene el mismo bloque de la pasada campaña en la parcela defensiva, probablemente curado de espanto de lo ocurrido la última vez que la Balona militó en Segunda división B, en la que traer a un gran número de defensores foráneos, tuvo un efecto totalmente inverso al esperado. Este año, el proyecto es continuista y el técnico albinegro mantiene la confianza en los mismos hombres que le llevaron al asecenso de categoría.
Sólo la incorporación de Romerito, ya perfectamente encajado en el grupo y que con lo poco que se le ha podido ver ya ha justificado su llegada al Municipal, y el regreso del canterano Dani Gallardo tras su paso por la UD Los Barrios, son las caras nuevas en la zaga.
Una zaga que matiene la misma unidad y seguridad que transmitía la pasada campaña, más aún, cuando los carrileros Antonio Merino, que acabó perdiendo el sitio a favor de Javi Gallardo, e Iván Collado, con pocos miutos el pasado curso, han recuperado su mejor forma demostrando que tienen igual o más que aportar que los teóricos titulares al final de la pasada campaña.
En definitiva, si los hombres de atrás consiguen realizar su labor, la de mantener la portería a cero, la Balona tendrá hecho la mitad de los deberes cada encuentro. El resto depende de los de arriba, que hasta hoy, han cumplido y con creces. Ésa es la llave de esta Balona 2011/12.