El Cacereño vive con felicidad su gran momento deportivo, pero 'sobrevive' como puede en lo económico ahorrando gastos: el director deportivo ya no vive en la ciudad.
elperiodicoextremadura.com
El Cacereño vive un momento agridulce, aunque lo positivo gana a lo negativo.
Y es que los resultados suelen imponerse en el fútbol. De un lado está feliz
porque, incluso, puede soñar con instalarse en la zona alta de la tabla, pero
por el contrario es uno más dentro del espectro del fútbol regional y nacional
de los que viven sus particulares estrecheces que le obligan a tomar medidas
especiales. Detalles significativos hablan de los problemas que vive la entidad
en cuanto a sus penurias económicas.
Nadie lo ha comunicado oficialmente e incluso desde el club se ve como algo normal, como una estrategia más dentro de un panorama de austeridad que impone la coyuntura. Pedro Buenaventura, el director deportivo, ya no vive en Cáceres y sí en su Sevilla natal, desde donde trabaja para así ahorrar gastos de viajes, desplazamientos e incluso el alquiler de un domicilio.
Buenaventura, que se ha distinguido siempre por su discreción, tampoco ha hecho ruido en esta ocasión. Hace un mes, ya lo comunicó al consejero delegado, Antonio Martínez Doblas, que entendió su postura.
Una ayuda más
El hombre que ha hecho en su mayoría la plantilla de esta temporada --y la de la anterior-- ha decidido continuar en la entidad con esta fórmula y de este modo ayudar a que se ahorren gastos, pero en ningún modo la ha dejado.
Buenaventura estuvo en Ecija el pasado domingo, como antes estuvo en la mayoría de los encuentros del Cacereño. También elabora informes de jugadores que puedan interesar de cara a un futuro. El propio Doblas, satisfecho con su trabajo, ya ensalzó su capacidad como ojeador en años anteriores y sigue confiando en él. "Está trabajando en la plantilla de la temporada que viene", dijo ya a mediados de la anterior campaña.
El director deportivo del Cacereño ha viajado a la ciudad extremeña desde su Sevilla natal en alguna ocasión en el mes que no lleva residiendo en la capital sede del club que le paga para resolver asuntos relacionados con la entidad.
Los jugadores, cuya mayoría tiene mucho contacto en positivo con él, conocen la situación porque ellos también han sufrido los rigores de la crisis económica en el retraso en sus nóminas, como el propio Pedro Buenaventura.
Nadie lo ha comunicado oficialmente e incluso desde el club se ve como algo normal, como una estrategia más dentro de un panorama de austeridad que impone la coyuntura. Pedro Buenaventura, el director deportivo, ya no vive en Cáceres y sí en su Sevilla natal, desde donde trabaja para así ahorrar gastos de viajes, desplazamientos e incluso el alquiler de un domicilio.
Buenaventura, que se ha distinguido siempre por su discreción, tampoco ha hecho ruido en esta ocasión. Hace un mes, ya lo comunicó al consejero delegado, Antonio Martínez Doblas, que entendió su postura.
Una ayuda más
El hombre que ha hecho en su mayoría la plantilla de esta temporada --y la de la anterior-- ha decidido continuar en la entidad con esta fórmula y de este modo ayudar a que se ahorren gastos, pero en ningún modo la ha dejado.
Buenaventura estuvo en Ecija el pasado domingo, como antes estuvo en la mayoría de los encuentros del Cacereño. También elabora informes de jugadores que puedan interesar de cara a un futuro. El propio Doblas, satisfecho con su trabajo, ya ensalzó su capacidad como ojeador en años anteriores y sigue confiando en él. "Está trabajando en la plantilla de la temporada que viene", dijo ya a mediados de la anterior campaña.
El director deportivo del Cacereño ha viajado a la ciudad extremeña desde su Sevilla natal en alguna ocasión en el mes que no lleva residiendo en la capital sede del club que le paga para resolver asuntos relacionados con la entidad.
Los jugadores, cuya mayoría tiene mucho contacto en positivo con él, conocen la situación porque ellos también han sufrido los rigores de la crisis económica en el retraso en sus nóminas, como el propio Pedro Buenaventura.