viernes, 23 de marzo de 2012

El Futbolista Perfecto: mente y jugador

En el fútbol el físico no lo es todo. No vale con tener una habilidades tácticas, una técnica inigualable y una clase exquisita. Además de éstas, el buen fútbolista requiere otra serie de habilidades que lo harán más completo aún si cabe. 
Hablamos de las habilidades mentales, entre las que encontramos: 
La actitud, la comunicación, la visión en el campo, los movimientos y el juego limpio. Si el fútbolista controla estas cinco habilidades ganará en plenitud.


Actitud. Un jugador debe mantener una actitud de auto-confianza durante todo el partido y esforzarse hasta el límite de sus posibilidades para lograr la victoria. Malas actitudes pueden ser no correr lo suficiente, pensar en otros temas diferentes al partido, dejarse influir por el público o perder la confianza si el partido no transcurre como se tenía planeado.

Comunicación.
Una buena comunicación entre todos los miembros del equipo es esencial. Los jugadores de equipos experimentados hablan constantemente entre sí. A veces se piden los pases y también se puede avisar al receptor del balón si tienen espacio para girarse o están marcados estrechamente. El portero suele gritar a la defensa para advertirle de que va a coger el balón y evitar así malos entendidos; también puede indicarles que se adelanten para dejar a los atacantes contrarios en fuera de juego, ya que tiene una mejor visión del campo. Los defensas se comunican entre sí para coordinar los movimientos, mantener la línea defensiva balanceada y dividirse el trabajo defensivo. Otras formas de comunicación son la intimidación o provocación a los jugadores contrarios y los intentos para influenciar a los árbitros.

Visión de campo. La capacidad para ver el espacio en el que se está desarrollando el juego es muy importante. Un atacante que no tiene el balón debe intentar moverse a los espacios abiertos, mientras que un atacante con el balón controlado puede avanzar al espacio abierto más cercano o bien buscar en esos espacios a sus compañeros para pasarle el balón. Los centrocampistas organizadores tienen un papel central en la visión de campo para enviar pases a los espacios abiertos, mientras que los atacantes son especialistas en moverse sin balón a estos espacios.

Movimiento del jugador. Los movimientos de los jugadores en el terreno de juego tienen un papel fundamental en la táctica y suelen ser determinados previamente por el entrenador. Hay entrenadores más restrictivos que limitan mucho el movimiento de sus jugadores, mientras que otros conceden más libertad. Hay jugadores especialistas a los que se les concede mayor libertad de movimientos, como los mediapuntas y organizadores, sobre todo si son estrellas mundiales. Sea cual sea el movimiento, es muy importante que los jugadores no estén estáticos y tengan claro hacia dónde deben moverse según la situación, ya que esto determinará un juego más ordenado y con más posibilidades de ataque.

Juego limpio o sucio.
El jugador debería evitar las tarjetas innecesarias, por ejemplo no protestando a los árbitros o haciendo entradas excesivamente fuertes. Además es recomendable tener una actitud respetuosa hacia los oponentes, evitando los insultos, las humillaciones cuando se va ganando por varios goles, etc. Hay quienes consideran que todo aquello que sirva para ganar es lícito en un terreno de juego, por lo que es frecuente que en el fútbol actual se vean situaciones como:

-Simular una lesión para retrasar el juego o conseguir que le saquen tarjeta al adversario.
-Insultar, escupir o golpear al contrario para desestabilizarle.
-Intentar presionar a los árbitros.
-Marcar goles con la mano como si se hubiera utilizado la cabeza.
-Simular faltas y penaltis.
-Perder tiempo deliberadamente.

En algunos países el juego sucio está más aceptado que en otros. Por ejemplo, en Inglaterra está generalmente mal vista la simulación mientras que en España o Italia es algo común casi en cada partido. Aunque algunos hinchas y jugadores siguen viendo el juego sucio como parte del fútbol, la FIFA está constantemente cambiando las reglas para evitarlo y hace campañas para promover el juego limpio o fair-play