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Aspectos generales:
El descanso es un momento donde el entrenador debe tranquilizar y redoblar la confianza de su jugador o jugadores.
El reforzamiento positivo en el descanso es fundamental y sólo se deben marcar pequeños cambios tácticos que nunca deben ser planteados como errores o críticas.
En el descanso no hay tiempo para absorber conocimientos. Si el entrenador se centra en marcar los errores que se cometieron, la única idea que prima en la cabeza del jugador es que se equivoca.
La charla del descanso es muy importante para los entrenadores a todo nivel.
El entrenador está esperanzado en la información que le proveerá con ideas para desarrollar con ímpetu la charla del entretiempo que permitirá a los jugadores desempeñarse y disfrutar del juego con mayor eficacia.
Una efectiva charla de descanso no debe contener sorpresas.
Importancia del control del tiempo del descanso:
Como estructuramos el descanso y lo fraccionamos será crítico para suministrar una eficaz realimentación al entrenador.
El entrenador necesitara ordenar la estructura del descanso para que sea útil y confortable para él y los jugadores.
El primer factor que el entrenador debe tener en cuenta es el tiempo disponible, menos de 15 minutos, de los cuales indefectiblemente parte de ellos tienen que ir dedicados al descanso de los jugadores, reposición de líquidos, revisión del médico o el fisioterapeuta, etc.
Se recomiendan unos breves minutos (3-4) de silencio en el vestuario para que los jugadores puedan descansar y reposar y a partir de aquí el entrenador debe tomar la iniciativa.
La charla del entrenador durante el descanso debe ser una mezcla de indicaciones tácticas, correcciones, incentivos y una exposición inconsciente de su estado de ánimo y su confianza y por ello ha de vigilar no solo lo que transmite sino el cómo lo transmite.
Posición del entrenador y de los jugadores durante la charla:
Una consistente estructura de descanso debe minimizar la posibilidad de que los jugadores sean distraídos por algo inesperado durante este valioso periodo.
La posición del entrenador durante el descanso es importante para minimizar distracciones y debe ser el entrenador quien determine la posición para la charla. Para los jugadores es sumamente efectivo utilizar el descanso para la recuperación y el entrenador debe empeñarse en trasladarse hacia donde están los jugadores y no-hacer que los jugadores se muevan a la posición del entrenador.
Buscaran los lugares con sombra como una opción para los días de sol y calor pero sopesaran si es válido este desplazamiento por el tiempo y la distancia que están en juego al moverse hasta la sombra.
Es importante que los todos los jugadores estén en una posición tal que puedan ver y oír al entrenador.
Los jugadores que están sentados detrás de la persona que habla comúnmente se desconciertan y pueden perderse alguna forma no verbal de comunicación que sería la inflexión necesaria para que se entienda un concepto.
Muchos entrenadores tienen una más fácil comunicación con los jugadores sentados, sin embargo algunos jugadores necesitan moverse por razones físicas (en movimiento regularizan la presión sanguínea). El entrenador necesita estar consciente de tales jugadores a fin de que esta acción no genere alguna sorpresa.
Es importante que la hidratación no sea una distracción:
La continua hidratación en moderadas cantidades es más efectiva y confortable que una gran cantidad de agua en un corto periodo. Para no distraer la charla con la hidratación, lo mejor es que cada jugador disponga de una botella con agua durante el descanso.
Generalmente la más efectiva recuperación e hidratación suele ocurrir cuando los jugadores están sentados. Con los jugadores en esa posición, el entrenador necesita estar consciente de la más efectiva posición. La posición de sentado o acuclillado facilita al entrenador estar al mismo nivel de ojos de los jugadores ganando la atención y facilitando calma y control en la reglamentación.
El entrenador debe ser el núcleo del vestuario durante el descanso:
El entrenador necesita estar consciente que el cuerpo de colaboradores conoce cada uno su función de durante el descanso. Nuevamente, estas necesidades serán planificadas. Por ejemplo, el entrenador autoriza al preparador físico, fisioterapeuta, medico, etc. a hablar aparte a los jugadores que serán asistidos y evaluaran sus lesiones. Los primeros controles por lesiones serán realizados en el camino hacia el área de descanso y durante el periodo de hidratación. El corto periodo requiere una eficaz utilización del tiempo. La hidratación es muy importante y debe ser realizada durante todo el descanso.
La cuestión de quién y cuando habla en él descanso es un asunto que necesita buena organización. Si el entrenador tiene un asistente, entonces la secuencia de quien habla y quien realimenta necesita estar organizada.
La charla del descanso puede involucrar al capitán u otro miembro del equipo que proporciona realimentación e instrucciones. Es importante la realimentación o instrucción que proporciona este jugador o el capitán y que no genere conflicto con la realimentación proporcionada por el entrenador.
El entrenador debe acercarse previamente al capitán para conocer sus ideas sobre lo transcurrido durante la primera mitad de partido.
Los jugadores deben tomar solamente entre 2 a 4 ideas principales o instrucciones básicas durante el descanso. Es importante que la comunicación de estas ideas sea claras y simples para ser más efectivos los resultados.
Los entrenadores necesitan tener el cuidado en no proporcionar demasiada información. La naturaleza de proveer realimentación implica las necesidades de atención. La focalización de la charla del descanso únicamente sobre los aspectos negativos del juego, obra generalmente de maneras ineficaces.
La atención a los aspectos del juego no realizados bien, necesitan ser explicados constructivamente con las correcciones específicas y con la forma de cómo el equipo lo puede realizar más eficazmente.
Directrices básicas a seguir por el entrenador durante el descanso:
- El entrenador debe evitar siempre, las discusiones entre los miembros de la plantilla.
- El entrenador debe mostrarse confiado en el rendimiento de los jugadores.
- El entrenador debe dirigirse personalmente y de manera privada a aquellos futbolistas que le inspiren menos confianza en ese partido y aprovechando que están siendo tratados por el equipo médico o reponiendo líquidos, acercarse a ellos para mantener una charla más directa, pues el resto de la plantilla no necesita tanta atención.
- El entrenador debe corregir de manera positiva, enfatizando sí fuera el caso la visión positiva sobre la segunda parte.
- El entrenador puede elevar la voz, si ello puede puede suponer un acicate para algunos jugadores pero la media general de jugadores no saca partido de broncas desaforadas, gritos excesivos y mucho menos de faltas de respeto, aunque se puede “dar un puñetazo en la mesa” sabiendo de antemano cómo y cuándo hay que darlo, sin dejarse llevar por la tensión del momento.
- El entrenador ha de mantenerse frío, y haber conversado ya con sus ayudantes sobre las modificaciones necesarias para un buen resultado del partido.
- El entrenador debe hacer que sus jugadores tengan claro que el partido tiene dos “semi-partidos” y que el primero ya terminó. Si el primero fue bien, hay que empezar el segundo, con el mismo brío, orden e intensidad en cambio, si fue mal, es el momento para rehacerse de los errores, y una segunda oportunidad de congraciarse con ellos mismos, sus compañeros y su público.
- El entrenador normalmente hace predicciones sobre lo que pasará la segunda parte a tenor de lo ocurrido en la primera, aún así los jugadores deben estar preparados para posibles cambios, habituales por otro lado en el devenir del encuentro.
- El entrenador tiene un tiempo limitado, y ha de decidir, por ejemplo sí el equipo necesita un empujón para salir del letargo, o por el contrario apoyo y nuevos objetivos para seguir en la línea de la primera mitad.
- Es importante no “embarullar” las pizarras o las cabezas de los jugadores con discursos tácticos, las ideas claras y breves, el estado emotivo de los futbolistas no es el mas adecuado para prestar atención a una prolija charla táctica, sí hay cambios explicados con sencillez.
- El entrenador, con el fin de cohesionar el equipo, sea cual sea el resultado, debe obligar a todos los integrantes de la plantilla (a excepción de algún suplente que esté calentando para salir) a estar en el vestuario en el descanso para animar al grupo.
- El entrenador también ha de evitar que los jugadores se queden fríos tanto en el período que están en el vestuario como en la vuelta al terreno de juego.