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Huracán y Lucena dejan la resolución de la eliminatoria para la vuelta en un partido parejo y de poco fútbol, aunque las mejores llegadas, en la segunda parte, fueron para los de Falete.
Demasiado respeto, aunque con esperanzas, todas las del mundo, para la vuelta. El Lucena firmó tablas esta tarde en Manises ante el Huracán Valencia (0-0), en un partido muy equilibrado y con pocas ocasiones de gol que acabó como pretendieron como obsesión máxima ambos conjuntos. Cierto es que tras una primera parte de muy escaso fútbol, las mejores llegadas de la segunda mitad fueron para el Lucena, que pudo hasta traerse un mejor resultado de este primer partido. Ahora habrá que ganar en la vuelta.
Con más de mil espectadores en las gradas y abundante presencia de lucentinos dejándose el alma por su equipo, empezó un choque en el que Falete sorprendió con su once inicial. Ya sin Germán, que se quedó en tierra, y con Sergio Castillo en esa zona del lateral izquierdo, se esperaba lo del doble pivote, pero no con la entrada de Rubén Cuesta en detrimento de Javi Lara. Y no acababan los cambios técnicos ahí, porque el delantero centro era Matías Saad. El denominador común parecía claro: centímetros y más centímetros.
Los minutos de tanteo, clásicos del fútbol actual y más en este tipo de eliminatorias, dejaron poco que destacar. Un par de dudas de Vargas, sin más trascendencia, un intento de Omar, jugador con muchísima calidad, que salió fuera, y un cabezazo desviado de Obregón en una acción de estrategia. Pero sobre todo hubo demasiados nervios y muchas impresiciones, demasiadas para que se pudieran tejer jugadas de un mínimo peligro.
Mismo guion
Al contrario de lo que pudiera esperarse, el paso de los minutos no cambió el panorama de esa fase inicial. Ambos equipos abusaban de la pelota en largo, aunque el campo, de bastantes reducidas dimensiones, no estaba para florituras. Sarmiento, que vio la primera amarilla del encuentro, intentó un disparo desde lejos que no llegó a nada porque tropezó en Ruso. El mejor dato es que el Lucena no sufría en exceso en defensa, ni concedía opciones de que los locales pudieran llegar ni a través de pelotazos.
El partido pasaba y pasaba sin que nada pasara, valga el juego de palabras. No había creación alguna en el centro del campo, que prácticamente no existía. Todo eran desplazamientos en largo desde la defensa, y un recital de balones aéreos. Así hasta que en los últimos minutos el Huracán Valencia pareció pisar algo el acelerador y empujó algo más al Lucena hacia su área. Minutos de ligero agobio bien resueltos por la zaga aracelitana.
Ocasiones para Fede y Rubén Cuesta
El tiempo de descanso pareció sentar mejor al Lucena, que salió con otra
actitud de los vestuarios. En apenas diez minutos creó más peligro que en toda
la primera parte. Fede, a los cuatro de juego, disparó flojo a las manos de
Paco, que a los nueve, tuvo que realizar un auténtico paradón a cabezazo del
hispano - argentino, en un servicio de Jesús Lanza.
Eran los mejores minutos
celestes, porque de inmediato Rubén Cuesta estuvo a punto de sorprender en un
intento de gol olímpico que acabó tocando en el larguero.Eran los mejores momentos celestes -Jesús Lanza sacó otro córner muy cerrado
y Quini lo intentó más tarde en acción personal-, por lo que Nico Estévez
decidió buscar otras opciones. Retiró a Javi Moreno para meter a David Fas en la
derecha, situando a Omar más cerca del punta, Rufino. Mientras, ya calentaba
Powel. A eso del minuto 20, los valencianos tuvieron una ocasión en un saque de
falta que no supo despejar la zaga lucentina, y que acabó en córner tras unos
segundos de incertidumbre.
Falete respondió a ese cambio con la entrada de Hugo Díaz por Matías Saad, con la idea de que el pequeño delantero aprovechara el cansancio de los centrales de pegarse con el argentino. Y la teoría pudo ponerse en práctica enseguida, porque al paso por el ecuador el carbulense se plantó tras un gran autopase delante de Paco, pero quiso pegarle a romper y mandó la pelota muy alta.
Entran Powel y Javi Lara
Nico Pérez, viendo que la cosa no mejoraba, a excepción de un tiro de David Fas que acabó en las manos de Vargas, retiró del campo a Rufino para jugársela con Berry Powel. Fue poco antes de que Omar diera un manotazo a la cara de Rubén Cuesta, que el árbitro dejó en amarilla. Falete hizo su segunda permuta y retiró a Rubén Cuesta para meter a Javi Lara. Quedaban los diez últimos minutos y el descuento.
Los cambios parecieron mejorar al Huracán, que vivió sus mejores momentos, sin que hubiera ocasiones excesivamente claras que contar, eso sí. Era más la sensación que dejaba Powel que otra cosa. Muchas acciones a balón parado, que a veces hicieron sufrir a la zaga celeste, pero nada más. De nuevo, tras las entradas de Sergio Cuesta y Víctor Armero, la mejor opción fue aracelitana, en una falta provocada precisamente por el ex del Écija en la que Javi Lara estuvo cerca de sorprender a Paco. Ahí pudo estar un paso al frente celeste, que tendrá que llegar en el Ciudad de Lucena.
0.- HURACÁN VALENCIA: Paco; Mateos, Amarilla, Tomás Ruso, Alexis; Hernández, Javi Moreno (David Fas, m. 59); Omar, Morgado, Pablo Vidal (Sergio Cuesta, m. 87); y Rufino (Powel, m. 76).
0.- LUCENA CF: Vargas; Sergio Albiol, Curro Vacas, Obregón, Sergio Castillo; Sarmiento, Rubén Cuesta (Javi Lara, m. 80); Fede, Jesús Lanza, Quini (Víctor Armero, m. 89); y Matías Saad (Hugo Díaz, m. 66).
ÁRBITRO: Pérez Peraza (Colegio tinerfeño). Amonestó a los locales Omar y Mateos; y a los lucentinos Sarmiento, Quini y Jesús Lanza
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