Jurado y Adrián representan al Atlético Malagueño en la expedición en Venezuela y sueñan con debutar en la élite.
diariosur.es
Ni uno ni otro lo han tenido fácil para llegar a donde están. Jurado, el menor de ocho hermanos con quienes colabora en su mantenimiento económico, se pasó casi toda la campaña anterior lesionado por un percance de rodilla. «Sucedió el 21 de julio», recuerda. Hace casi un año.
«Fue en un partidillo, en una acción con 'Seba' al levantar la pierna derecha con la izquierda apoyada. Se me fue para adelante esa rodilla y hacia un lado... pero mentalmente esto te hace más fuerte.
Fue una experiencia que nunca olvidaré», recuerda.Tampoco fue sencillo recibir esta oportunidad para Adrián, que tras formarse en el Malaka, el Puerto Malagueño y el 26 de Febrero, desfiló por el Marbella, el Caravaca y el Estepona, antes de recalar la pasada campaña en el filial malaguista, donde marcó catorce goles partiendo desde la banda derecha y buscando 'diagonales', porque es más zurdo que diestro.
«Fue en un partidillo, en una acción con 'Seba' al levantar la pierna derecha con la izquierda apoyada. Se me fue para adelante esa rodilla y hacia un lado... pero mentalmente esto te hace más fuerte.
Fue una experiencia que nunca olvidaré», recuerda.Tampoco fue sencillo recibir esta oportunidad para Adrián, que tras formarse en el Malaka, el Puerto Malagueño y el 26 de Febrero, desfiló por el Marbella, el Caravaca y el Estepona, antes de recalar la pasada campaña en el filial malaguista, donde marcó catorce goles partiendo desde la banda derecha y buscando 'diagonales', porque es más zurdo que diestro.
Jurado, en cambio, se ha ganado el derecho a presumir de malaguista. Lleva en el club 16 años (desde los 6), más que casi todos los expedicionarios. «Es la primera vez que salgo de España», comenta asombrado, como Adrián, que admite que «impone ver tanta expectación a la llegada del equipo a Barinas».
Piropos mutuos
Ambos se lanzan piropos al hablar de su compañero, después de que acabaran la pasada campaña compartiendo la banda derecha. Jurado, desdoblándose en ataque, y Adrián regalándole el pasillo para entrar por dentro. «Adrián es diferente a los demás, te puede romper el partido en cualquier momento con la pierna izquierda», afirma Jurado, mientras que Adrián destaca que su compañero es «rápido, fuerte, buen centro y pegada».
Los 1,65 metros de Adrián lo convierten en un jugador desequilibrante en el regate. «Siempre hay que ser ambicioso. Mi primer objetivo es quedarme arriba. De ilusiones se vive», dice con ambición, y lo secunda más cauto Jurado: «Si tengo que ir al filial, a ver si podemos subir a Segunda B. Con el Málaga, a ver si puedo debutar, aunque sea en la Copa».