lunes, 6 de agosto de 2012

Un once 100% canterano es posible

Tito podría colocar un once formado únicamente por jugadores de la Masia | Foto: M.Creus/C.Javierre/Bwokaa

El lejano sueño del barcelonismo, ver al equipo campeón con jugadores formados en las divisiones inferiores, está cada vez más cerca de ser una realidad. El FC Barcelona 2012-2013, en estos momentos, de los 25 jugadores profesionales, cuenta con 17 que pasaron por su cantera. El 68%. El resto, 8 (el 32%) ha recalado en la entidad desde otros equipos.

Al sueño, que seguramente lo han tenido muchos aficionados y aficionadas, le puso voz Louis van Gaal en un artículo publicado a finales de noviembre de 1998 en la revista 'Barça'. Decía el técnico holandés cuando hablaba de que debía tener en cuenta la idiosincracia del club: “Continúo pensando que mi objetivo es ganar la Copa de Europa con once catalanes en el equipo, aunque sé que si lo hubiera intentado este año las críticas hacia mi persona serían ahora más terribles”.

Catorce años después, aquella visión del técnico podría estar muy cerca. Hablaba de diez catalanes, pero la verdad es que ahora ya podrían ser todos: once. Un equipo completo. La política seguida por el propio Van Gaal y continuada con mucho compromiso con Frank Rijkaard y Josep Guardiola, ha dejado al actual técnico, Tito Vilanova, un equipo en el que la gran mayoría de efectivos se han forjado en La Masia. Nada más y nada menos que 17 de los 25 jugadores del Barça, en algún momento u otro de su carrera, estuvieron en las divisiones inferiores. Y el número está predestinado a seguir aumentando porque, desde abajo, son muchos los jóvenes talentos que llaman pidiendo paso, una oportunidad para integrarse a un plantel que, sin cerrarse a los cracks extranjeros, apuesta principalmente por la gente de casa.

Vilanova cuenta con efectivos en todas las posiciones, desde la portería a cualquiera de las tres posiciones más adelantadas. Y no se trata, por decirlo de alguna manera, de jugadores de relleno. Ni mucho menos. Son jugadores internacionales que, además, han sido piezas fundamentales para llegar a ser campeones del mundo y de Europa (hasta en dos ocasiones). Pesos pesados. No es ya ninguna utopía pensar en que aquella idea lanzada por Van Gaal, en unos años, pueda ser una realidad.

El Barça trabaja en esa dirección.

Y lo que está haciendo la entidad catalana está convirtiéndose en un modelo a seguir por otros equipos, caso del Milan o el Liverpool, que así lo han expresado públicamente. Silvio Berlusconi, empresario y expresidente de Italia, además de presidente del Milan, aseguró hace unos días que la sociedad cambiará de modelo para aplicar el adoptado por el Barça, con “un sector juvenil fuerte y una red de ojeadores por todo el mundo que vayan a la caza de talentos”. El Milan, que hasta ahora era un equipo de jugadores veteranos, con experiencia y curtidos en mil batallas, pasará poco a poco a la historia para emprender un camino completamente opuesto. De ahí que Berlusconi asegurara también que “a la afición le digo que esté tranquila. Podremos construir un fútbol divertido y eficaz, incluso con un cuadro económico que no nos permita gastos desenfrenados. No debéis tener miedo de estos cambios. Tened paciencia”.

La dirección, también

Y si el grueso de la plantilla profesional lo integran jugadores de casa, en el cuerpo técnico sucede igual. En los últimos cinco años la directiva no ha dudado en dar la dirección técnica a entrenadores que conocen la entidad como la palma de su mano. El primero en aceptar el reto fue Guardiola, que llegó al equipo después de ascender al filial de Tercera a Segunda B. Y en cuatro cursos ganó 14 títulos de 19 posibles.

Ahora, el encargado de seguir este camino es Vilanova que, como el técnico de Santpedor, se ha rodeado de gente de confianza, caso de su segundo Jordi Roura, o el responsable de la preparación física, Aureli Altimira. También el entrenador de porteros es un exjugador, José Ramón de la Fuente, como también lo es una de las incorporaciones que ha realizado para el cuerpo de analistas técnicos, Álex García.
La apuesta del Barça es inequívoca, real, sensata, coherente. Los resultados le han dado la razón, pero también el trabajo, lo más importante.