Hace unaño ya hubo contactos. El club malagueño avisa: "Se irá pero se equivoca"
mundodeportivo.com
Tarde o temprano, el Barça acabará fichando a la joya de la cantera del Málaga, un chaval de 13 años, Brahim Abdelkader, a quien especialistas en fútbol base apodan 'el nuevo Messi' por el regate, gol y visión de juego que exhibió el crack azulgrana a su misma edad.
La historia, más allá de un habitual trasvase entre canteras, tiene miga porque cuenta con los ingredientes novelescos de las contrataciones a gran escala. Un niño que despunta, el hechizo de la llamada del mejor club del mundo, un jeque enojado, una familia agobiada por la crisis, un deseo frustrado, una segunda oportunidad, las tiranteces finales...
Enla Ciutat Esportiva han vuelto a la carga por Brahim. Hace un año, las negociaciones con su padre estaban muy avanzadas -viajaron incluso a Barcelona y conocieron a Pep y Leo- pero A l-Thani, el jeque propietario del Málaga, ordenó retenerle mejorando sus condiciones.
El vicepresidente Abdullah Ghubin le hizo bajar del autobús que le llevaba al torneo Brunete para convencerle de que se quedara. Lo logró. Hubo un acuerdo con su padre a cambio de vivienda, estudios y un elevado sueldo. Para la familia, que al parecer atravesaba momentos de angustia económica, fue un oasis.
El Barça no se alteró. Dejó pasar un año, y volvió a la carga hace unas semanas, encontró a un Brahim entregado. Su sueño es jugar en el Barça y la familia ha tomado la decisión de aceptar las condiciones azulgrana. El jugador ni fue convocado para el inicio del campeonato cadete andaluz.
El Málaga se está enrocando. Es verdad que en verano aceptó hablar del asunto por necesidad económica y que después, ya sin agobios, se echó atrás. Entonces, cuentan medios locales, veía bien cobrar 50.000 euros y una cantidad millonaria al llegar al primer equipo y ahora pide 100.000. El Barça ni se inmuta y le inscribirá con ficha federativa porque Ibrahim se negó a firmarla con su actual club. No puede hacer contrato hasta los 16 años pero garantiza a la familia el traslado, casa y trabajo.
En el Camp Nou no abren la boca. En Málaga sí. José Manuel Casanova, el responsable de la cantera, experimentado y cotizado, es consciente de que el Barça se lo acabará llevando aunque advierte en MD: "Se acabará yendo si quiere, pero perderá la progresión. Aquí es cadete y en el Barça será infantil. Aquí con 16 ó 17 años puede estar para el primer equipo. Como Fabrice. Allí tardará. Sabe que nosotros le vamos a ayudar. Necesita calma". Y aclara. "No toda la familia quiere irse". Pere Guardiola, su agente, va a Málaga mañana para cerrar la operación.
La historia, más allá de un habitual trasvase entre canteras, tiene miga porque cuenta con los ingredientes novelescos de las contrataciones a gran escala. Un niño que despunta, el hechizo de la llamada del mejor club del mundo, un jeque enojado, una familia agobiada por la crisis, un deseo frustrado, una segunda oportunidad, las tiranteces finales...
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El vicepresidente Abdullah Ghubin le hizo bajar del autobús que le llevaba al torneo Brunete para convencerle de que se quedara. Lo logró. Hubo un acuerdo con su padre a cambio de vivienda, estudios y un elevado sueldo. Para la familia, que al parecer atravesaba momentos de angustia económica, fue un oasis.
El Barça no se alteró. Dejó pasar un año, y volvió a la carga hace unas semanas, encontró a un Brahim entregado. Su sueño es jugar en el Barça y la familia ha tomado la decisión de aceptar las condiciones azulgrana. El jugador ni fue convocado para el inicio del campeonato cadete andaluz.
El Málaga se está enrocando. Es verdad que en verano aceptó hablar del asunto por necesidad económica y que después, ya sin agobios, se echó atrás. Entonces, cuentan medios locales, veía bien cobrar 50.000 euros y una cantidad millonaria al llegar al primer equipo y ahora pide 100.000. El Barça ni se inmuta y le inscribirá con ficha federativa porque Ibrahim se negó a firmarla con su actual club. No puede hacer contrato hasta los 16 años pero garantiza a la familia el traslado, casa y trabajo.
En el Camp Nou no abren la boca. En Málaga sí. José Manuel Casanova, el responsable de la cantera, experimentado y cotizado, es consciente de que el Barça se lo acabará llevando aunque advierte en MD: "Se acabará yendo si quiere, pero perderá la progresión. Aquí es cadete y en el Barça será infantil. Aquí con 16 ó 17 años puede estar para el primer equipo. Como Fabrice. Allí tardará. Sabe que nosotros le vamos a ayudar. Necesita calma". Y aclara. "No toda la familia quiere irse". Pere Guardiola, su agente, va a Málaga mañana para cerrar la operación.