Antolín Gonzalo Martín (Puebla de Sanabria, Zamora, 29/08/73) se incorporó al cuerpo técnico de las Selecciones Nacionales de la Real Federación Española este pasado verano, tras la marcha de Paco Jiménez, y después de una transición en la que, según confiesa Antolín Gonzalo, “Paco me ha ayudado todo lo que he necesitado, no puedo tener más que palabras de agradecimiento y admiración hacia él”.
El nuevo informador analista que trabaja a las órdenes de Vicente del Bosque llega al puesto tras una formación como jugador y entrenador en los campos de toda España: “Empecé a jugar al fútbol desde muy pequeño en el barrio. Y de ahí pasé a jugar en ligas provinciales de cadetes y juveniles”. De ahí, Antolín Gonzalo se marchó a estudiar Ingeniería Industrial a Zamora, y jugar en el filial del Zamora con posibilidades de competir en el primer equipo, pero sufrió una lesión en la rodilla de la que no se pudo recuperar, momento en el que decidió dar el salto a los banquillos. Se fue a Salamanca, cambió la ingeniería por la Diplomatura de Magisterio en educación primaria, donde comenzó a trabajar con el equipo alevín del Salamanca.
Allí comienza su idilio con el banquillo y con las categorías inferiores del Salamanca. Fueron campeones del grupo 1 de División de Honor y jugaron el Campeonato de España y la Copa del Rey, hecho histórico para el club. Posteriormente, Antolín Gonzalo consiguió con el Guijuelo el ascenso de Tercera División a Segunda B, y con la Segoviana fueron campeones de grupo con los mejores números a nivel de España, además de jugar los 1/16 de final de la Copa de SM El Rey.
Pasó por Marbella, Móstoles, Huracán de León, Antequera y Fuenlabrada, “donde hicimos un año fantástico y asciende el equipo a Segunda B. Estoy satisfecho de mi trayectoria y mi experiencia en los banquillos. El primer recuerdo que tengo es entrenando al juvenil de mi pueblo, el Sanabria CF. Y tengo gratos recuerdos también del División de Honor de la UD Salamanca, porque era una liga muy competida y solventábamos de la mejor manera las dificultades”.
Antolín Gonzalo también guarda en su memoria momentos especiales en que conoció a gente que ha marcado su camino: “En mi año en Segovia conocí a mi amigo Andrés Peiró y surgió un idilio especial con la ciudad. En mi paso por Marbella conocí grandes amigos y el último año me sentí muy cómodo. Uno de mis mejores recuerdos es el de un equipo humilde como el Huracán Z, el trato humano que me dio la directiva y los jugadores, nos quedamos a tan sólo un gol de entrar en el play off en la última jornada y lo conseguimos sin grandes medios”.
Es tiempo de mirar al futuro con agradecimiento, pero también desde el recuerdo a una trayectoria de formación en el fútbol base de España: “Me gustaría agradecer a la Federación y al cuerpo técnico que confiaran en mí, es un orgullo y una satisfacción. Uno piensa en todo el trabajo y esfuerzo que ha hecho, con toda la gente con la que he trabajado y me han ayudado. Estoy contento y satisfecho y espero estar a la altura”.
En sus primeros meses de trabajo para la Selección, no tiene más que palabras de elogio para su antecesor, Paco Jiménez: “Lo conocía de antes y todo lo que él me pudiera transmitir, la sabiduría y experiencia, se ha mostrado dispuesto a ofrecérmelo. Ahora empiezo una nueva etapa, antes analizaba a los rivales desde la óptica del entrenador, pero ahora el trabajo se multiplica por cinco. Paco me podía aportar ese primer hacer en este puesto.
Siempre ha estado pendiente de si podía aportarme algo y sólo tengo palabras de agradecimiento, por dar la alternativa a una persona joven y humilde que viene del fútbol modesto. El listón está alto”.
Gonzalo destaca además, desde dentro, una cualidad clave en las formas de los Seleccionadores de España: “Vicente es una persona humilde sencilla y es normal, es su virtud. Confía en ti, controla todos los detalles, es muy inteligente y lo demuestra en su trabajo diario, no se le escapa ningún detalle y te sorprende. Toni Grande me ha introducido y orientado, y Javier Miñano me ayuda en todo momento, está pendiente por eso de que soy nuevo en el grupo.
En la concentración de agosto conocí a Ochotorena, una sorpresa grata, porque es una persona entrañable. La virtud de este cuerpo técnico es que son muy serios en el trabajo, normales, con gran dedicación e inteligencia. Tengo claro que no quiero cambiar nada y quiero permanecer en segundo plano. Si puedo aportar algo para que todo siga igual, estaré orgulloso de ello”.
A partir de ahí, el técnico explica su función y cómo es su día a día en la Ciudad del Fútbol: “Tengo que estar cerca de Javier Miñano y el técnico audiovisual Pablo Peña. Después de desayunar junto al resto de integrantes del cuerpo técnico y planificar el día, continuamos en trabajo de despacho; por ejemplo, ahora estamos sobre un informe de Bielorrusia tras verle en directo y analizar todos sus partidos anteriores, tanto oficiales como amistosos.
Diseñamos un informe audiovisual y otro escrito, Pablo Peña administra y monta el trabajo, el cuerpo técnico visiona las imágenes y ciertos minutos se les presentan a los futbolistas. Se trata de que los jugadores sepan contra quién van a jugar y cómo puedan contrarrestar para atacar mejor a nuestros rivales. También hay un trabajo añadido de ver a los jugadores que están creciendo en el fútbol español, algún posible seleccionable, cómo evolucionan de sus lesiones los jugadores…”
Además, Gonzalo, como el resto del cuerpo técnico de la Absoluta, está en contacto permanente con las categorías inferiores: “Es importante y el seleccionador lo tiene muy claro, conocer a los jugadores que van pasando los filtros de la Sub-21, la Sub-19 o la Sub-17, ya que son nuestro futuro y es importante que estemos cerca de ellos. Vicente y Toni están cuando pueden en los entrenamientos, los conocen y saben cómo van las convocatorias. Eso nos implica a todos”.