El Cacereño asalta La Rosaleda y gana al Málaga por la mínima. El conjunto de “Champions” pasa a la siguiente eliminatoria gracias al doble valor de los goles fuera de casa. El Cacereño perdonó y pudo pasar de haber materializado las ocasiones de que dispuso.
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Relajado el Málaga de cara a este partido copero que no era para nada un trámite, llegaba el Cacereño a La Rosaleda arropado por su gente y con ganas de hacérselo pasar mal a todo un primera de zona alta. Con un Málaga con menos caras habituales de las que sus onces acostumbran comenzaron el partido más planos de lo habitual ante un Cacereño que esperaba un fallo del rival. Aun así, fueron los de Pellegrini los que antes avisaron, allá por el cuarto de hora de juego, sin suerte. En el guión de dominio de los de casa se colaba Palero, que remataba impreciso en la primera aproximación de los visitantes.
Poco a poco, con el paso de los minutos, los jugadores de Cobos se fueron asentando en un césped en peores condiciones de lo esperado. Trataban de adelantar poco a poco las líneas, de acercarse a la portería defendida por Kameni, pero era de nuevo el Málaga quien lo intentaba. De disparo desde la frontal metía el miedo un muy activo Buenanotte a los de Cáceres. Después de este episodio, el partido pasó a jugarse en el medio del campo, olvidándose Málaga y Cacereño de las porterías y haciendo el choque más intenso pero tambiénm ciertamente más aburrido.
El Cacereño aguantaba las embestidas de los locales, que chocaban contra un muro una y otra vez sin encontrar el camino y acercándose a la media hora. Poco después de la misma, Chapi si encontraba el camino y batía a Kameni en la segunda ocasión del Cacereño. El sueño estaba más cerca, la grada del equipo de bronce lo sabía y el partido ganaba interés. Lleggar con 0-1 al descanso era vital para mantener las esperanzas.
Entonces llegó Paredes, meta visitante, para salvar a los suyos y cumplir la misión de mantener el resultado hasta el final de la primera mitad. Detenía seguro un buen disparo de Portillo y un buen acercamiento de Roque Santa Cruz, apagando la ofensiva malaguista. Aprovechando la furia de un Málaga que sabía que necesitaba marcar, una buena jugada entre esteve y Valverde volvió a meter el miedo en el cuerpo de Kameni. Final del primer acto.
Faltó la puntería
A la salida de vestuarios, de nuevo Fuentes se convertía en salvador. Muy atento, detenía dos acciones locales que hubiesen colocado al menos el empate en el luminoso. Lo intentaron Juli Ferrer y Duda en hasta tres ocasiones, sin suerte, mientras el Cacereño aguantaba a duras penas las embestidas de un rival superior. El Málaga no quería sorpresas y atacaba en tromba.
El Cacereño, listo, esperaba atrás tratando de que los nervios del Málaga fueran en aumento y con enormes deseos de aprovechar una contra. checa envió su balón al palo, Rivera la tuvo y de nuevo Checa veía como su gol era anulado. Santi Amaro tuvo la última que moría en las manos de Kameni.
No daba para más. El Cacereño se quedaba con la miel en los labios y el Málaga pasaba con el pitido final a la siguiente eliminatoria. Los extremeños se quedan con el sabor de haber sido hoy el equipo grande de La Rosaleda.