Pacheco (Diocesano), inconsciente tras un choque, se recuperó gracias a Pulido, jugador del Montehermoso. La introducción del tubo de Guedel en las vías respiratorias fue determinante en el momento clave.
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La intervención de un jugador local, Pulido, enfermero de profesión, y la de las madres de sus compañeros Pablo y Vecino, también profesionales de la misma materia, fue determinante para que todo se quedara en un susto. "Mi rival me salvó la vida", no dudó en decir ayer Pacheco, sobrecogido aún del accidente.
En efecto, según el impresionante relato del futbolista lesionado, los momentos fueron realmente terribles. "Me cuentan, porque yo estaba inconsciente, que me estaba tragando la lengua, que estaba sin aire, pero me metió el tubo (de Guedel) y pude al final respirar", aseguró
Pacheco recuperó poco a poco la consciencia mientras era trasladado, primero, al centro de salud de Montehermoso, donde fue atendido antes de ser conducido minutos después en una ambulancia al hospital Virgen del Puerto de Plasencia.
Finalmente, tras unas horas angustiosas y que se le realizara un tac cerebral que reveló que no había lesión importante, recibió el alta médica, pendiente de otros análisis menores posteriores, que se le efectuarán en los próximos días.
LOS SUYOS "Estaban viendo el partido mi padre, mi novia y un amigo", afirmaba ayer Pacheco desde su casa cacereña. Su padre saltó al campo "y fue el único de los tres que pudo verme. Me dice que estaba morado, muy morado y que creía que estaba muerto", añade con contundencia el futbolista. También acudieron en su auxilio gente como el delegado del Diocesano, Emiliano, que también vivió muy de cerca la angustiosa situación y que también tiene su escalofriante versión. "Al principio era imposible abrirle la boca. Después llegó Pulido con el tubo y por fin se le pudo hacer. Qué mal lo pasamos...", aseguró.
El futbolista llegó a reaccionar algo tras los primeros auxilios, pero estaba sensiblemente mareado. "Hasta que no estaba llegando a Plasencia no me acuerdo de nada". La afición del Montehermoso le despidió con una gran ovación. "Le doy las gracias a ellos, por supuesto a Pulido y a todos los clubs, como Amanecer, el Alburquerque o el propio Montehermoso y también compañeros que se han interesado por mí", relató a este diario. Del mismo modo, recuerda en estos momentos el trato del entrenador rival.