Hacer unos día nadie diría que el RC Deportivo de la Coruña sería capaz de vencer con tal contundencia (0-4) al Levante. La verdad es que el equipo gallego a demostrado un gran cambio desde la llegada de Fernando Vázquez al banquillo, ya que antes de su llegada el equipo parecía destinado a descender. Pero este cambio no se debe solo a la forma de entrenar o de jugar, se debe también a un cambio en un aspecto muy importante en los futbolistas… el aspecto pisológico.
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La línea que separa muchas veces el éxito del fracaso es muy delgada, y son los pequeños detalles los que marcan la diferencia entre otros equipos. A niveles como los de primera división se puede decir que el aspecto táctico, físico y técnico son similares teniendo en cuenta las características de cada jugador, es aquí donde toma importancia la psicología.
Uno de los factores que es muy importante trabajar con las plantillas es el optimismo, ya que un jugador que no lo es tiene difícil afrontar y superar los retos que le plantea la propia competición. El optimista es un rasgo de la personalidad que se nace con ella pero también se puede aprender.
Todos aprendemos a dar significado a circunstancia de nuestra vida. No debemos centrarnos solo en aspectos negativos de una crisis ya que las crisis favorecen los cambios que luego nos pueden proporcionar los éxitos, y desde luego eso se ve en el Dépor, ya que el carácter apasionado de Vázquez parece haberse contagiado por toda la plantilla e incluso por la aficción.