Para conseguir su propósito insertaron dentro de la pelota una bobina de inducción con un imán en su interior que se mueve rápidamente cuando la pelota rueda.
La energía generada al hacer rodar el balón se almacena en un condesador eléctrico, lo que convierte a Soccket, así llamaron al invento, en la primera pelota de la historia con la que puede jugarse y generar la energía necesaria para cargar desde un móvil hasta una lámpara.
De hecho, este peculiar esférico dispone de un adaptador CA en su interior tras uno de sus paneles hexagonales que permite conectar aparatos eléctricos. La primera versión que se fabricó de Soccket podía proporcionar la energía necesaria para alimentar una pantalla LED durante tres horas tras haber jugado 15 minutos.
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Fútbol para generar electricidad en comunidades donde escasea
Las mujeres que diseñaron el balón probaron su funcionamiento en algunas comunidades donde resulta difícil acceder a una fuente de energía tan básica como es la electricidad y en las que jugar al fútbol es una afición muy extendida. A continuación os dejamos con el vídeo que grabaron explicando las propiedades de esta pelota tan especial.Dos años después, las inventoras de este peculiar balón han fundado su propia empresa y en colaboración con otras entidades organizan eventos en los que se utilizan cientos de esféricos Soccket junto a otras tecnologías para generar energía eléctrica. Os invitamos a visitarla para que podáis conocer en qué comunidades se han realizado.