Aunque la boca no es una parte del cuerpo directamente implicada en el esfuerzo físico deportivo, hoy en día varios estudios de biología molecular han demostrado que muchas lesiones articulares y musculares son consecuencia de focos infecciosos dentarios y/o paradentarios (de los tejidos que rodean al diente).
Ello se debe a que, de las millones de bacterias que se acumulan en la boca, más de 500 producen unos mediadores inflamatorios llamados prostaglandinas e interleucinas que se distribuyen por todo el organismo a través del flujo sanguíneo, lo que hace posible que una infección localizada en la boca pueda trasladarse a cualquier parte del organismo.
Si esto ocurre, las bacterias pueden acabar depositándose en los músculos y en las articulaciones, produciendo en la persona afectada fatiga muscular, cansancio, pérdida de tono fibrilar e incluso una ralentización de la contracción-relajación muscular.
Estos efectos son especialmente perjudiciales para los deportistas, ya que al someter los músculos a un mayor desgaste, es más fácil que por su causa puedan sufrir desgarros musculares, dolores articulares o lesiones tendinosas de tardía recuperación.
Por esa razón, hoy en día los equipos y entrenadores profesionales tienen muy en cuenta el cuidado de la boca de los deportistas, ya que es posible que problemas bucodentales conduzcan a periodos de malos resultados deportivos.
Los deportistas, un colectivo más expuesto a sufrir caries
A pesar de todo lo expuesto, resulta que la salud bucal de muchos deportistas es inferior a la del nivel medio de la población general. Esto en parte es debido a que los deportistas son un colectivo más expuesto a sufrir caries como consecuencia del alto consumo de hidratos de carbono y bebidas azucaradas para rehidratarse.Esto, que puede parecer exagerado, no lo es en absoluto. Incluso se han realizado estudios científicos para comprobar la influencia de las bebidas isotónicas en la salud bucodental de los deportistas teniendo en cuenta su porcentaje de azúcares.
Además, las afecciones cráneo mandibulares también son frecuentes entre los deportistas profesionales, en esta ocasión a causa de apretamiento dental (desde siempre hemos apretado los dientes a la hora de hacer un esfuerzo).
Este fenómeno, que se conoce como bruxismo, no sólo afecta a las piezas dentales sino que también provoca dolores musculares, de cabeza, cuello y espalda.
A jugador fichado….vigilancia del dentado
Por todo esto, la odontología deportiva se ha convertido en una disciplina importante en los clubes profesionales. Existen varios casos, por ejemplo en el fútbol, donde el control de la salud dental de los jugadores ha sido clave para recuperar lesiones.En 2004 el equipo médico del F.C. Barcelona decidió hacer un seguimiento de la salud bucodental de los 30 jugadores de la primera plantilla del equipo, a los que se revisó la boca durante tres temporadas.
A lo largo de ese periodo el club descubrió que 2/3 de los futbolistas azulgranas padecían de maloclusión (al estar mal alineados los dientes superiores e inferiores no encajan bien) y 1/3 sufría de bruxismo.
Años antes, Bebeto averiguó que los dolores de cabeza que padecía durante los partidos se derivaban de su mala costumbre de masticar chicle y apretar demasiado los dientes por la tensión.
Otros jugadores que han pasado por el dentista para solucionar sus molestias físicas, prevenir lesiones e incluso posibles bajones en su rendimiento físico han sido Malouda, Gerrard o el delantero del Manchester United Rob Van Persie.
Para terminar, no podemos dejar de citar el caso de Aly Cissokho, actual lateral del Valencia F.C, al que el AC Milan hizo un examen bucodental antes de ficharlo cuyos resultados le llevaron a pedir una rebaja de su precio al Oporto, ya que el mal estado de su dentadura pronosticaba futuras lesiones o altibajos de rendimiento.
Tecnología y protección bucodental en el deporte
A los sensores incorporados en algunos protectores bucales para jugadores de fútbol americano y baloncesto, que detectan posibles traumatismos a causa de golpes recibidos durante los partidos, se suma ahora la investigación en el desarrollo de circuitos implantables directamente en los dientes.Estarían provistos de sensores que transmitirían una señal en caso de que la pieza dental se viera afectada por alguna infección. Lo cierto es que implantarse este tipo de circuitos nos parece bastante intrusivo, pero lo cierto es que ya se está investigando en ello.
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