Los modelos implantados por Málaga, PSG y Manchester City han costado más de 1.000 millones en cinco años.
diariogol.com
La crisis en la que está sumido el fútbol europeo se ha visto adornada desde 2008 con la incursión de los petrodólares. Los países árabes buscan una promoción poderosa de su territorio a través el deporte y, sobre todo, del fútbol, la disciplina deportiva más mediática del mundo. El balompié se presenta como la plataforma idónea para la difusión de Doha y Abu Dabi, dos capitales que han adquirido una notoriedad antaño impensable.
El desembarco de grandes fortunas se ha hecho notar en Europa durante los últimos cinco años. Algo que, si bien no ha servido para amortiguar la caída financiera que azota al 56% de los clubes de fútbol europeos –al término del curso 2011-12 se generó un déficit de 2.626 millones–, ha supuesto una inyección fortísima de capital para un club inglés, uno francés y otro español. En total, unos 1.020 millones de euros.
El imperio catarí
El Málaga, actualmente propiedad del jeque Abdullah bin Nasser Al Thani, se ha convertido en uno de los clubes de moda del fútbol español y se ha paseado con brillo por la Champions League. Eliminados a manos del Borussia Dortmund, a la postre verdugo del Real Madrid, los hombres de Manuel Pellegrini han rentabilizado –deportivamente hablando– la inversión del jeque, que ha gastado 90 millones en tres temporadas.
Sin embargo, el elevado coste de las fichas de sus jugadores (17 de ellos terminan contrato en junio y no tienen noticias del club sobre su futuro) genera una situación de déficit que ha sido severamente castigada por la UEFA, en base a su ‘Fair Play Financiero’. Una sanción que el TAS podría anular el próximo 4 de junio.
Sin embargo, el elevado coste de las fichas de sus jugadores (17 de ellos terminan contrato en junio y no tienen noticias del club sobre su futuro) genera una situación de déficit que ha sido severamente castigada por la UEFA, en base a su ‘Fair Play Financiero’. Una sanción que el TAS podría anular el próximo 4 de junio.
El París Saint Germain ha resurgido de sus cenizas gracias al millonario aterrizaje del jeque Sheikh Tanim bin Hamad Al-Thani. Descendiente directo de la familia real de Catar y primo del jeque del Málaga, el propietario del PSG ha invertido 260 millones de euros en dos años.
Los fichajes de Lucas Moura (43 millones), Pastore (42 millones), Thiago Silva (40 millones), Lavezzi (26 millones) e Ibrahimovic (25 millones) han sido las operaciones más costosas del aspirante a ganar la Ligue 1. 19 años después de su última conquista liguera, los parisinos están a tres jornadas de su objetivo con siete puntos de ventaja, pero planea sobre ellos una posible sanción que les complicaría las cosas.
Los fichajes de Lucas Moura (43 millones), Pastore (42 millones), Thiago Silva (40 millones), Lavezzi (26 millones) e Ibrahimovic (25 millones) han sido las operaciones más costosas del aspirante a ganar la Ligue 1. 19 años después de su última conquista liguera, los parisinos están a tres jornadas de su objetivo con siete puntos de ventaja, pero planea sobre ellos una posible sanción que les complicaría las cosas.
El City encabeza la inversión
La inversión árabe más elevada ha sido la protagonizada por el Manchester City. Equipo segundón de la gris ciudad inglesa por cuestiones de historia, el cuadro azul claro conquistó su tercera Premier League el año pasado (44 años después de la anterior) recogiendo los frutos de la magna aportación del jeque Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, por valor de 670 millones de euros. Desde que el grupo inversor Abu Dhabi United Group for Development and Investment aterrizó en el City en 2008, la entidad ha subido escalones a un ritmo de vértigo.
Actualmente es el séptimo club con más ingresos de Europa (256 millones) aunque su gestión, encabezada por Ferran Soriano, también está mirada bajo lupa por parte de Michel Platini.
Actualmente es el séptimo club con más ingresos de Europa (256 millones) aunque su gestión, encabezada por Ferran Soriano, también está mirada bajo lupa por parte de Michel Platini.
Catar y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) han cambiado el panorama del fútbol europeo, hasta el punto que han conseguido colocar a sus tres equipos en la élite. Clubes que estaban desahuciados y que ahora luchan por ganar las ligas de sus países o se clasifican entre los ocho mejores equipos de Europa. Catar va más allá, y con una inversión que oscilará entre 50.000 y 73.000 millones, se convertirá en la capital futbolera del mundo gracias a su proyecto más ambicioso: el Mundial de Fútbol de 2022.