El técnico pide paciencia ante las primeras críticas: "Acepto la presión, que también aumenta por mi pasado como entrenador" Apenas dos meses después de que tomase las riendas del Bayern y se instalase en el Múnich, el técnico Pep Guardiola ya ha comprobado el baremo mediático y deportivo impuesto en el coloso alemán.
El tropiezo en la Supercopa alemana, primer cetro al que aspiraba el equipo muniqués en este curso, y algunas variaciones tácticas han bastado para que en el entorno del club bávaro comience a aflorar el runrún. El preparador, sin embargo, defendió ayer, tras golear en la primera ronda de la Copa al modesto Rehden (0-5), que precisa tiempo y que aún debe adquirir más poso en los banquillos. "Solo tengo 42 años, apenas cinco años de experiencia como entrenador y por eso es claro que todavía tengo mucho que aprender", manifestó.
El nivel de exigencia en el Allianz Arena será máximo esta temporada para Guardiola. Así lo advertía ayer el presidente del Consejo Directivo del club, Karl-Heinz Rummenigge: "Tenemos que mantener la calma y ser soberanos para manejar la presión, que ha aumentado con el prestigio del nuevo entrenador, los nuevos jugadores y el éxito de la temporada pasada". El de Santpedor, consciente de ello, señaló: "Sé en qué club estoy, hay que ganarlo todo después de que en la temporada pasada se ganó todo. Acepto la presión que también aumenta por mi pasado como entrenador".
La derrota frente al Borussia Dortmund en la Supercopa suscitó las primeras críticas de la prensa alemana. No así en el seno del club, donde defienden a capa y espada su apuesta por el librillo del técnico catalán. Incluso su predecesor en el banquillo, el veterano Juup Heynckes, salió al paso. "Es simpático, atractivo, viste de forma increíble, ha tenido éxito con el Barcelona, ¿quién mejor que él para entrenar al Bayern?", expuso el alemán, que la temporada anterior conquistó la Bundesliga, la Copa alemana y la Liga de Campeones con el Bayern. Sé en qué club estoy. Acepto la presión, que también aumenta por mi pasado como técnico".
Más allá de caer ante el equipo de Jürgen Klopp, un informe elaborado por el diario inglés The Guardian, apoyado en el análisis de la prensa alemana y declaraciones de varios futbolistas, asegura que en Alemania sorprendieron sobremanera las declaraciones de Guardiola referidas a la actual directiva del Barça -"al irme solo pedí que me dejaran en paz. Les pido que hagan su camino y dejen de utilizarme", dijo-.
El mismo análisis hace referencia a la incorporación de Thiago, que ha desencadenado algunos cambios en las posiciones de varios jugadores, así como las manifestaciones de algunos de los pesos pesados de la plantilla. Schweinsteiger, mejor jugador alemán de la última campaña y suplente ante el Borussia, apuntó: "No sé bien qué tiene previsto para mí". Thomas Müller, que ha pasado a actuar como delantero centro, agregó: "Me pareció que todo el mundo ocupaba una posición diferente a la habitual". Y el peruano Pizarro remató: "Nunca he tenido un entrenador que cambiara tantas cosas".
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