miércoles, 18 de septiembre de 2013

El Cadete de UD Almeria ejemplo de Valores y Fair Play


Maikel, entrenador del Cadete B de la UD Almería.

El pasado fin de semana con los los chicos del Cadete B de la U. D. Almería y su entrenador, José Miguel Marcos, Maikel, sean hoy motivo de alegría para los que, en mayor o menor medida, le conocemos y por la estupenda oportunidad de reflexionar y aprender que nos ofrece.

El equipo protagonista recibía a su rival y a los pocos minutos del comienzo de la segunda parte, ganando los chicos de Maikel (1-0), un jugador visitante cae al césped lesionado y, sin percatarse los locales de lo sucedido y en medio del desconcierto de los rivales pidiendo echar el balón fuera, marcan gol (2-0). Maikel habla con sus jugadores en la banda y, cuando se reinicia el juego, el equipo se comporta cual imagen congelada, dejando que el rival marque a placer (2-1). El empate moral daba permiso a reanudar el marcador.

Podemos hacer muchas lecturas de lo sucedido, pero la que más me gustaría destacar como psicóloga es la del trabajo de Maikel como técnico, con la compleja coherencia que se precisa para hacer de lo invisible una herramienta que, ni más ni menos, haga que los chicos sean mejores personas y, por lo tanto, mejores personas que juegan al fútbol.

Nos reconcilia con la esencia, con lo que no debería perderse nunca, y también nos debería hacer reflexionar sobre el espacio que ocupa en la programación de un cuerpo técnico trabajar desde los valores como motores que interactúan y le dan plenitud al proyecto de trabajo.

En mi opinión, demasiadas veces, ni siquiera se pierden los valores. Simplemente no se les invita al entrenamiento o al partido.

En ocasiones, las obviedades son de tal calado que anestesian el pensamiento y damos por cerrados debates antes de hacernos un planteamiento. Es lo fácil. Pero es lo lamentable, siempre y cuando de trabajar en fútbol base se trate, puesto que supone el colmo de la incoherencia.

www.martiperarnau.com