Es fundamental el trabajo multidisciplinar desde edades muy tempranas. Desarrollar el talento del futbolista, las habilidades técnicas y tácticas, inculcar una buena cultura deportiva, aprender con un carácter lúdico-recreativo y sobre todo saber competir.
Echando la vista atrás, considero que mi recorrido en el fútbol ha sido mucho más largo de lo que podía haber imaginado nunca, independientemente de los clubes en los que he estado, he disfrutado de ser un profesional en este maravilloso deporte, que es mi pasión y lo que amo. Jamás habría imaginado ser futbolista profesional.
Cuando era un chaval de Morón de la Frontera, salí de mi pueblo, en el que vivía rodeado de mi familia, amigos, compañeros de instituto… con el sueño de conseguir ser un profesional del fútbol.
Reflexionando sobre las cuestiones que me han ayudado a tener la oportunidad de recorrer todo ese precioso camino,he confeccionado lo que yo entiendo como el decálogo del buen canterano:
1) Talento. Como dice José Carrascosa (Psicólogo Deportivo) Es la variable más determinante para llegar a ser profesional como todos sabemos. Por ello el talento deber ser “educado” o “trabajado”, es decir, talento solidario, residente y casi siempre talento rentable, a diferencia del talento mimado, o sea, un talento consentido es talento egoísta, talento tirano y muchas veces talento desperdiciado.
Es evidente, que la carga genética es esencial, esto se hace evidente viendo jugar a Messi. Ahora sí, si Messi no entrenara, no sería el mejor jugador del mundo. El jugador que esta en la cantera de un equipo profesional de 1ª o 2ª División tiene talento, así que no debería desperdiciarlo, debe educarlo todos los días mediante la práctica y el trabajo diario, permitiéndole siempre estar preparado o dispuesto para cuando le llegue su oportunidad de mostrarlo que vale en el primer equipo (creedme, si lo trabajas, todo llega).
2) La inteligencia emocional y la capacidad de comunicación. Muchos jugadores que no eran muy exitosos en las categorías inferiores han llegado a jugar en 1ª División. La inteligencia emocional de una persona te permite alcanzas retos, metas y objetivos, relacionarte con los compañeros, entrenadores y rivales de forma exitosa, expresarte en público y en el terreno de juego, en definitiva, ser un animal social en potencia. Esto se puede entrenar, y se debe trabajar en un joven talento para así maximizar todo su potencial.
3) La valentía y determinación. La valentía se entrena en los jóvenes futbolistas, debes hacer lo que sabes hacer. Ser creativo, equivocarte, explorar, volver a equivocarte, ser perseverante, tener personalidad a la hora de jugar, determinación a la hora de ir por el balón, no tener dudas nunca… ¿qué puede pasar? ¿perder el balón? pues hazlo, qué más da, sigue intentándolo, porque si lo ganas sabrás cómo se llega al éxito.
4) Ilusión. Siempre he tenido ilusión en todos los equipos que he estado, independientemente del rol que desempeñaba y en la categoría deportiva que estuviese, por eso considero que un jugador de cantera debe guiarse por su ilusión.
Te has preguntado alguna vez, ¿por qué dedico tanto tiempo al fútbol? Reflexiona tu respuesta. La mía es clara y rotunda: porque he amado y sigo amando mi profesión, me apasiona ir a entrenar cada día, compartir vestuario con mis compañeros, y sobre todo, porque adoro competir. Puesto que pasas mucho tiempo dedicado al fútbol y es tu pasión, no me gusta oír de un futbolista frases como: ”El míster puso entrenamiento el sábado” , ” Siempre hacemos lo mismo” o “Qué aburrido es ensayar faltas”. Si vives el fútbol con pasión y cariño sabrás que ésa es clave para crecer como futbolista.
5) Aprender y mejorar cada día. No te imaginas lo que puedes aprender de cada uno de tus compañeros, de los entrenadores, preparadores físicos, médicos, fisioterapeutas, utilleros, incluso de los empleados de club que te rodean cada día. Éste es uno de los valores a los que das menos importancia, ya que eres joven, pero a lo largo de los años aprenderás que adquiere mucho valor después de toda una carrera profesional. Aprendí muchos de mis entrenadores (Marcos Alonso, Joaquín Caparrós, Casuco, Pepe Mel, Antonio Tapia, Pepe Moré, Pepe Murcia, Abel Resino, Paco Herrera, J. Carlos Granero, Claudio Barragán, Félix y Mariano Suárez), de la multitud de compañeros con los que compartí vestuario, y de todos los demás profesionales. Como consecuencia, he obtenido un dilatado aprendizaje y una gran fuente de conocimiento con el que he crecido día a día en mi profesión. Tienes que saber escuchar de aquellos que tienen más experiencia y si eres bueno como jugador, esto te hará aspirar a ser el mejor cada día.
6) Esfuerzo y generosidad. El jugador que lo da todo, no esta obligado a más, y uno siempre sabe cuando lo ha dado todo y cuando no. El éxito no está en ser bueno, sino en ser el mejor. Tampoco está en ser excepcional, sino en hacer las cosas de forma excepcional. Hay futbolistas que dicen: “qué buena suerte tiene ése, ese jugador ha firmado en ese equipo”, eso no es cierto, la suerte no existe si no la trabajas, hay que ir a buscarla, se esconda donde se esconda. A lo mejor ese futbolista buscó su suerte confiando en un representante exitoso que lo colocó en ese equipo.
7) Debes estar centrado en tu trabajo. En este mundo movido en ocasiones por demasiados intereses, tienes que estar muy centrado en hacer bien tu trabajo. Ser el mejor en cada entrenamiento, trabajar un equilibrio nutricional con un especialista, cuidar tus músculos y articulaciones con un especialista, descansar bien cada día, llevar un modo de vida saludable y equilibrado. Un pequeño consejo: coged lo menos posible el móvil , no te imaginas el daño que hace a tu atención y concentración. Haz todo lo que depende de ti, sé muy riguroso en tu trabajo y cumple con tus obligaciones.
8) Retos y objetivos. Es fundamental que un jugador cada temporada tenga sus propios retos y objetivos, al margen de los objetivos del equipo y el club al que pertenece. Objetivos como: jugar 38 partidos titular, marcar 8 goles, prevenir lesiones, ir convocado con la selección… etc. Tienes que soñar por alcanzarlos, ya que si no nos marcamos objetivos, difícilmente podremos cumplirlos y mucho menos mejorar.
9) Equilibrio personal. Si logras conseguirlo esto se va a ver reflejado en el campo. Un jugador que desea rendir al máximo nivel, tiene que estar bien consigo mismo, con confianza, bien con su familia, en su hogar, con sus amigos, con su pareja, y con todo aquello que le rodea. Si tienes algún problema, busca arreglarlo priorizando los que más te preocupan, verás cómo se nota en el campo.
10) Disfrutar y fluir (Lo que yo llamo, “El Flow”). Cuando un jugador fluye en el campo se nota. Lo notan los que te ven jugar, en el campo o en televisión. La mejor sensación que puede experimentar un futbolista es la de gustarte. Te sientes espectacular en el campo, sabes que te van a salir las cosas, disfrutas con cada toque de balón, y lo haces sin pensar, dejándote llevar por los lances, el disfrute y la acción.
En mi opinión, ésa es la meta que debe conseguir todo jugador para rendir al máximo, vivir en ese estado los 90 minutos de juego, sin autodialogo interno, sin presión (por Dios, presión tiene el que trabaja todos los días en lo alto de un edificio con el riesgo que esto conlleva). Juega sin miedos, vive sin miedos, si lo consigues,verás cómo disfrutas. No te cansarás, no te sobrecargarás y te sentirás un jugador de fútbol.
Cuentoconlacantera.om