martes, 26 de noviembre de 2013

Alerta en el Fútbol Modesto



Pánico en el fútbol más modesto de España. Los clubes más humildes de país, entre los que incluimos a los equipos de Segunda B, tiemblan por las recién iniciadas inspecciones que Hacienda ha puesto en marcha y que llevan revisando los papeles de los clubes un par de meses.

La nueva concepción del fútbol y las nuevas obligaciones llegadas desde los departamentos de gobierno del deporte y las federaciones han hecho que la actividad gratuita que antes se hacía en estas actividades desaparezca. Se ha obligado, como es lógico y normal, a que los entrenadores/monitores se formasen, una formación que cuesta, además, una importante suma de dinero y que genera la necesidad también lógica de que esos monitores debidamente formados reciban una compensación por su trabajo. Eso sí, la compensación es mínima y en la mayoría de los casos sólo llega a cubrir los gastos que se generan.

Y, ojo, estamos hablando de compensaciones irrisorias: un entrenador de benjamines o alevines en las canteras de los equipos de Segunda B no suele ganar más de cien euros al mes. Cercana a esa cifra o ligeramente superior es la retribución que reciben los de categorías superiores. Los clubes ni se habían planteado dar de alta a estos “trabajadores” que apenas acumulan diez horas de trabajo semanales, en el mejor de los casos.

La alarma llega desde el País Vasco y Cataluña, dos de las Comunidades con más practicantes de fútbol y, sobre todo, con más niños en las escuelas de formación de los clubes. Sin duda, la elección de estos dos lugares para comenzar con estas inspecciones parece no ser aleatoria. Son varios los clubes que han dado datos de las inspecciones realizadas y una misma sensación se percibe en todos ellos: la de angustia.

Hacienda quiere que los entrenadores sean dados de alta

La situación que se produce es la siguiente: Hacienda entiende que los monitores-entrenadores de estos equipos de fútbol modesto o los propios formadores deben estar inscritos en la Seguridad y cotizar como trabajadores. Una medida que llevaría a muchos clubes a su desaparición o a una considerable -enorme- subida en la cuota que se cobra por jugar en uno de los equipos modestos de formación, en una de las escuelas que nuestros equipos de bronce y otros muchos clubes más modestos tienen y que son la base que mantiene el fútbol en España y que permite a muchas personas disfrutar de este deporte.

Muchos ven en esta medida algo ilógico y el deseo de recaudar y eliminar personas de la lista de desempleados, muy larga en este país, por desgracia. Incluso los propios inspectores no entienden esta decisión “tendríamos que estar donde se cometen verdaderas barbaridades, y no aquí [...] es injusto”. Así funcionan las escuelas de fútbol de este país En su mayoría, las escuelas de fútbol en España funcionan de esta manera. Anualmente se cobra a las familias una cuota anual que suele estar entre los 80 y los 200 €uros, dependiendo de la comunidad autónoma y el club del que hablemos.

Esa cuota se utiliza para la compra de material, el pago de licencias federativas y seguros (que han aumentado su precio considerablemente en los últimos años) y otros gastos. Lo restante suele ser para los entrenadores y cuerpo técnico: coordinación, entrenadores generales y específicos, preparadores físicos… Personal cualificado y que ha hecho que el nivel del fútbol en España aumente. Algo que ha hecho que España gane dos Eurocopas y un Mundial en los últimos años. A base de trabajo. Y los que están en esa parte más modesta del fútbol también han aportado su granito de arena.

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