Hay muchos intereses económicos y sociales alrededor de él. La fama, la repercusión pública, el ingreso de grandes nóminas…pero junto a ese fútbol, existe ¨otro¨ fútbol. Un fútbol más cercano, más real. Un fútbol de la sociedad terrenal.
No todos los jugadores de fútbol, tienen grandes coches deportivos, ni realizan anuncios, ni poseen diferentes viviendas…los jugadores de fútbol son muchos. Unos juegan en élite, otros no.
A mí me gustan los jugadores que se levantan a las 8:00 de la mañana y se organizan el día a día. Hay muchos que tienen que ir a sus lugares de trabajo (Colegios, Comercios, Oficinas, Construcción….) allí pasan el día con su hacer laboral. Una vez terminada su jornada de trabajo, se marchan a entrenar.
A última hora del día se vuelven a cambiar de ropa, muchos de ellos se tienen que traer su ropa lavada de casa porque en sus equipos no se la lavan, para ponerse su ropa de entrenamiento.
Allí se juntan 20 jugadores, a última hora del día, haga frío, llueva, sol, viento…, para empezar el entrenamiento con su equipo. Allí están junto a su entrenador (que también viene de un día largo de trabajo) para realizar su sesión de entrenamiento.
Esperan tener la suerte de no compartir su vestuario con el equipo juvenil del club, o con un equipo independiente al suyo. Si lo comparten tendrán que meter las bolsas en una jaula, bajo candado, para guardar su ropa. Así pueden realizar el entrenamiento con la tranquilidad que sus móviles, llaves de coche, cartera…están seguros dentro de esa jaula.
Al salir al campo, a lo mejor les toca empezar a calentar en una parte exterior al terreno de juego, porque todavía ¨no tienen¨ el campo de entrenamiento. Utilizaran ese momento para calentar, y para esperar que lleguen los últimos compañeros que salen más tarde de trabajar.
Una vez en el campo, contarán bien los balones que utilizan para llevar un control del material a utilizar, porque si se pierde uno, es una faena para el club. Esperando que los balones estén todos en buenas condiciones. Allí empezarán su entrenamiento, con la posibilidad de tener el campo completo, porque a lo mejor tienen que compartirlo con otro equipo del club, o con otro club que también utiliza ese campo de entrenamiento.
Si se hace muy de noche, tendrán que prestar bastante atención a su entrenamiento, porque no sabremos qué tal será la iluminación de la instalación. Puede ser que estén los focos fundidos, y como las instalaciones suelen ser municipales, pues tardarán su tiempo en poder cambiarlos por unos nuevos.
Después del entrenamiento y después de disfrutar de una extraordinaria sesión de fútbol, toca recoger el material utilizado y colocarlo en el armario que el club tenga habilitado para ello. Entre todos lo hacen, porque es el material de todos, con lo que disfrutan.
Una vez en el vestuario, esperando que haya calefacción, porque si no tocará comprar un calentador eléctrico, se ducharán con agua caliente, en muchos casos con termos de agua, por lo tanto solo los primeros tendrán agua caliente, para volver a vestirse, guardar toda la ropa usada y llevarla a casa a lavar para el siguiente entrenamiento.
Volverán a casa a última hora del día, sabiendo que al día siguiente madrugan para ir a trabajar o estudiar, y con la ilusión de considerarse y sentirse verdaderos futbolistas.
Estos para mí, son los auténticos ídolos del fútbol. El fútbol es todo para ellos.
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