lunes, 23 de junio de 2014

¡ Córdoba, de Primera !

42 años después, un gol de Uli Dávila le asciende a costa de Las Palmas


Córdoba vuelve a ser de Primera división. "Que veinte años no es nada", decía el tango 'Volver' de Carlos Gardel. Pero al equipo andaluz, los cuarenta y dos que ha estado alejado de la máxima categoría del fútbol español, incluidas tantas temporadas en la División de Plata como en Segunda división B, le ha parecido una auténtica eternidad.

Un postrero gol de Uli Dávila desde el área pequeña en el tiempo de prolongación, tras un disparo de Raúl Bravo a centro de Pelayo que no supo atajar Barbosa, y después de que el partido estuviese detenido unos diez minutos por la invasión de aficionados antes de que se produjera el pitido final, le sirve al cuadro blanquiverde para regresar a la máxima categoría del fútbol español, en la que estuvo por última vez en la temporada 1971/72, y acompañar así en el ascenso a Eibar y Deportivo.

Y es que fue marcar el gol el mexicano y ni siquiera se sacó de centro, ya que el árbitro corrió hacia los vestuarios, dio por terminado el choque y la celebración del Córdoba se mezcló con incidentes por parte de los aficionados locales.

Hasta esa acción final, sin duda fruto de las consecuencias de la invasión de campo, Las Palmas tuvo el ascenso controlado; pprimero con el 0-0 que le hubiera valido al final de una hipotética prórrogra para ascender y, sobre todo, después con el gol de Apoño que le abría las puertas del ascenso doce años después.

La invasión de campo perjudicó a la UD

Sin embargo, la invasión de campo por parte de muchos aficionados amarillos que intentaban celebrar de forma prematura el ascenso cuando se había superado el minuto 90 provocó que el colegiado murciano Sánchez Martínez detuviese el encuentro durante diez minutos. Y en la reanudación del partido, cuando apenas quedaba un minuto y medio de juego, un centro largo de Juan Carlos desde fuera de su área acabó en los pies de Pelayo, que se pudo recuperar a tiempo para este partido tras el tremendo golpe sufrido en la eliminatoria ante el Murcia, y ahí se produjo la jugada del gol definitivo.


En un abarrotado Gran Canaria, con un ambientazo espectacular y más de 31.200 aficionados en las gradas, el equipo amarillo salió decidido a dominar el partido y sentenciar cuanto antes su ascenso. Y fruto de su mayor dominio, de la inmensa pelea de Aranda y la enorme clase de Valerón, que volvió a ser titular en el Gran Canaria, llegaron en el primer tiempo tres grandes ocasiones, como la falta lateral de Momo que Juan Carlos despejó de puños, un disparo de Momo algo esquinado pero desde cerca que volvió a desbaratar el meta del Córdoba y, sobre todo, un disparo cruzado de Nauzet Alemán justo antes del descanso que se estrelló en el poste.

Además, los amarillos pidieron penalti en un aparente claro derribo de Raúl Bravo sobre Momo dentro del área, aunque la acción no fue muy clara del todo y además el jugador local salió en fuera de juego en dicha acción.

El Córdoba, muy precavido y reservón en el primer tiempo, a pesar de las novedades de Raúl Bravo, Nieto y López Silva en su once titular, apenas tuvo una falta lateral que Abel Gómez disparó a puerta con mucha intención pero Barbosa acertó a desbaratar pese a que el balón pasó entre muchos jugadores y una contra en la que Pedro se plantó solo ante el portero argentino, aunque un último toque un poco largo y la buena salida del meta cerrando espacios le permitió al meta local despejar el disparo del blanquiverde –este domingo, de negro-.

Un gol que pudo cambiar la historia

Con la salida de Arturo tras el descanso, el Córdoba intentó buscar algo más de actividad ofensiva y poder seguir con la racha que había mantenido desde la llegada del ‘Chapi’ Ferrer a su banquillo: marcar siempre lejos de su campo al menos un gol. Sin embargo, lo que llegó enseguida, apenas dos minutos de la reanudación, fue una pérdida de Raúl Bravo en la pelea ante la presión de Aranda, que se llevó el esférico y acabó cediendo para que Apoño marcara el que parecía el gol del ascenso.


Intentó reaccionar el Córdoba, que pudo empatar con un disparo de Uli Dávila que se le fue demasiado cruzado. Pero fue Las Palmas quien aprovechó el 'viento a favor' para intentar sentenciar el ascenso y lo tuvo muy cerca. Primero con una ocasión de Momo, que Raúl Bravo salvó tirándose al suelo cuando el balón ya iba hacia el interior de su portería, y después con otra de Aranda, cuyo disparo casi a bocajarro despejó Juan Carlos como pudo. Entre media de una y otra se produjo la sustitución de Valerón. Un Juan Carlos Valerón que había regresado esta temporada al equipo de su tierra para intentar devolverle a Primera y que también se quedó con la 'miel en los labios'.

Ferrer dio entrada a Xisco mediado el segundo tiempo al ver que el gol que necesitaba no llegaba y poco después a Pelayo Novo, que resultó decisivo, mientras que Josico, cuya llegada al banquillo amarillo en sustitución de Lobera tampoco acabó resultando como se esperaba, dio entrada a Héctor Figueroa, el hermano de Momo, y a Hernán Santana.

Entre los cambios y la buena presión defensiva de Las Palmas fueron transcurriendo los últimos minutos de esta segunda parte, mientras el Gran Canaria animaba y gritaba para ayudar a los suyos en el enorme esfuerzo de defender el gol que valía un ascenso. Incluso Vicente Gómez, que se lanzó al suelo ante Juan Carlos, en un control un poco largo del portero del Córdoba, estuvo a punto de sentenciar el partido en la recta final, al igual que Apoño que la tuvo solo ante Juan Carlos, pero disparó muy cruzado.

Sin embargo, lo que llegó fue la invasión de campo y el posterior gol de Uli Dávila en la reanudación, tras diez minutos de parón en el partido, que le ha acabado costando a la UD el no regresar a Primera división.


www.marca.com