Javier Ramos y Sergio Marty, dos preparadores físicos españoles, trabajan desde febrero con los búlgaros. Fueron contratados para modernizar los métodos de entrenamiento.
El Ludogorets se inspira en nuestra Liga. Prueba de ello es que Javier Ramos y Sergio Marty, dos preparadores físicos españoles, trabajan desde febrero con los búlgaros. Fueron contratados con el objetivo de modernizar los métodos de entrenamiento y seguir inculcando la filosofía del fútbol español. Sergio es el preparador físico al uso, mientras que Javier le acompaña como preparador, a la vez que hace las funciones de recuperador y analiza al rival.
“Me llamó el dueño del Ludogorets en enero y en febrero estaba aquí. Me dijo que quería implantar la filosofía del fútbol español. Estaba en el Villarreal B y cuando vi que todo iba en serio decidí venir”, comenta Sergio. Javier Ramos llegó tras salir del Betis con Juan Carlos Garrido tras una petición de Sergio al dueño. Ambos presentaron su trabajo (Sergio en primer lugar y Javier semanas más tarde) y Domuschiev quedó encantado: “En 24 horas teníamos el contrato en el correo electrónico”.
Su primera misión era continuar con el trabajo de Pepe Portolés, que había estado en el club y fue el que habló a Domuschiev del trabajo de Sergio Marty: “La filosofía de tocar el balón y tener la posesión estaba ya en el equipo, pero Domuschiev quería modernizar los métodos y se fijó en España. Esto hay que agradecérselo a la Selección por mucho que se la criticase tras el Mundial. Hablaba mucho del tiqui-taca”. Desde febrero han ido cambiando conceptos del trabajo búlgaro. “Ellos analizaban los rivales viendo los partidos completos. Nosotros les ponemos fragmentos de lo más interesante y personalizamos en cada jugador. Además, ahora durante los partidos le mando capturas instantáneas al Ipad de Sergio y lo ven en el vestuario o en el banquillo”, nos cuenta Javier.
Entrenamiento. Encontraron más problemas en los método de entrenamiento. “Eran de escalón y rampa. Cuando hacíamos entrenamientos con más balón, no entendían que no estuviesen corriendo. Si les veían corriendo por la montaña, se encontraban mejor. Pero esto es fútbol y se necesita el balón. Tuvimos que ir llegando a acuerdos”, apunta Sergio. Pero su trabajo no se queda en el primer equipo. “Domuschiev quiere que vayamos implantando estos métodos y los entrenamientos integrados en las categorías inferiores”, confiesa Javier.
Con el Madrid no han necesitado tanto estudio: “Conocemos sus puntos débiles, pero eso a veces da igual porque en dos ocasiones te marcan dos tantos. ¡Mira el Villarreal! Hizo un planteamiento perfecto, pero… El gol se paga”.
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