El entrenador del Calahorra pegó, insultó y amenazó al joven, según el acta
En plena oleada de lucha para erradicar de la violencia en el fútbol español, tras el homicidio de un ultra del Dépor por hinchas del Atlético de Madrid hace dos semanas, un entrenador del Calahorra CF agredió ayer a un árbitro de sólo 15 años, menor de edad, en un partido de Cuarta Andaluza Alevín (10-11 años), según comunicó Pedro Benítez, delegado provincial del Colegio de Árbitros en Córdoba.
La agresión se produjo por un técnico del Calahorra CF, en el partido en el que visitaba al Salvador Allende en la barriada de Fátima. El choque, además, estaba completamente decantado para el conjunto local por una amplía ventaja en el marcador cuando se produjeron loshechos. El agresor le dio un puñetazo en la cara al árbitro, que está en plena etapa de formación y en su primer año en el mundo del arbitraje.
A pesar de la agresión, el chaval tuvo el coraje suficiente para seguir arbitrando el partido y finalizar el encuentro. El colegiado, a la conclusión del duelo, recibió atención médica en una clínica para comprobar los daños que había recibido por la agresión. «Tiene la mandíbula fastidiada», explicó Pedro Benítez anoche a ABC, que calificó la agresión de «lamentable». Al árbitro le tuvieron que poner «calmantes» como tratamiento para los dolores, según reveló.
Además, el joven colegiado, todavía menor edad, acudió acompañado por su padre a la Policía con el parte médico para presentar la correspondiente denuncia contra el entrenador del Calahorra que le agredió, le insultó y le amenazó, según describe claramente el acta arbitral (ver pieza adjunta más abajo), al que ha tenido acceso este diario.
El árbitro, finalmente, presentará la denuncia esta mañana, ya que anoche no pudo formalizarla porque la Policía atendía un caso de supuesta violencia de género y sólo pudo tomar los datos del árbitro para formalizar el parte policial a lo largo de esta mañana.
El árbitro relató así la agresión en el acta. «...Le comuniqué que estaba expulsado. Ante su expulsión, su reacción fue aumentar su agresividad, hasta acercarse a mí y golpearme con su puño en mi cara, al tiempo que gritaba: “¡Te tengo que matar!”. Este señor tuvo que ser retirado por miembros del equipo local, ya que su intención era continuar agrediéndome».
ABC.es