lunes, 2 de marzo de 2015

EL JUGADOR SUSTITUIDO



…intentas buscar explicaciones, y no las encuentras. Intentas buscar porqués, y no los encuentras. Lo mejor es estar por encima de esos acontecimientos, sabiéndolos dominar y manejar. No entiendo, ni creo que nunca lo entenderé, el momento de ser sustituido un jugador, y ¨monte un show¨ en el cambio. Es un momento totalmente egoísta y sólo con un pensamiento único. 





El mostrar un enfado por ser reemplazado. Como si a él no se le pudiera sustituir. Pero no un enfado menor, un enfado visual e inaceptable. Es una falta de respeto total al equipo, al club, al entrenador y a los compañeros.

Si el entrenador decide realizar una sustitución, siempre por el bien de su equipo, siempre con la intención de mejorar lo que se produce en el terreno de juego, o simplemente porque lo cree oportuno, no podemos aceptar que el jugador que es sustituido falte el respeto a esta decisión. El malestar por la sustitución es aceptable, porque a todos los jugadores les gusta participar y sentirse importantes. Y todo ello sólo lo pueden mostrar en el terreno de juego. 

Pero de ahí a realizar llamadas de atención, gestos significativos, comentarios en voz alta en el momento de realizarse la sustitución, me parece una de las mayores faltas de respeto que se pueden producir en un terreno de juego.

Ese jugador está faltando el respeto, al jugador que le va a sustituir (que no tiene la mínima culpa), al club (por respeto a una institución), al equipo (por respeto a un colectivo), al aficionado (por no aceptar una decisión para el bien del equipo), al entrenador (por no aceptar una decisión del responsable del conjunto)…y así podríamos seguir. 

 El jugador en el momento que va a ser sustituido, evidentemente a nadie le gusta salir del terreno de juego, tiene que pensar que esto es un deporte colectivo, y aquí priman los intereses colectivos, muy por encima de los individuales, tendrá que asumir ese acontecimiento, y guardarse en su interior su enfado y molestia, y hacerle ver al compañero que entra, que el equipo está por encima de todo interés individual y desearle lo mejor para los minutos que faltan. 

Ese jugador que es sustituido, no debe olvidar nunca, que él ha tenido la fortuna de ser titular, mientras el jugador que entra por él, ha tenido que esperar su oportunidad en la suplencia… Hay que hacerle ver, en muchas ocasiones a los jugadores, que valoren la importancia y el premio que tienen de ser titulares. De poder jugar de inicio. 

Así valoraran más que es mejor ser sustituido, que estar esperando en el banquillo. El que es sustituido sabe que ha jugado, el que espera en el banquillo, no sabe si jugará…


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