Hace ya cinco años que Juanlu Martínez dejó el Espanyol, tras nueve cursos como director de Formación del fútbol base y tres en el primer equipo. Ahora, triunfa en el Dinamo de Moscú con una metodología revolucionaria que ha bautizado Smartfootball y que se basa en el cerebro.
“Lo importante en el fútbol es aquello que no se ve”
¿Qué es Smartfootball?
—Es un sistema educativo basado en el cerebro y diseñado para formar jugadores de fútbol inteligentes y creativos.
—¿Y por qué el cerebro?
—Porque es el órgano más importante del futbolista. Todo lo que hace un jugador de fútbol durante un partido pasa previamente por su cerebro. Se encarga de la percepción, el análisis, la toma de decisiones… Y pese a su importancia, se le aparta y se le olvida. En el fútbol, lo realmente importante, lo extraordinario, es aquello que no se ve, lo que sucede en el cerebro del jugador de fútbol mientras toma decisiones.
—¿Qué deberían saber los técnicos sobre el cerebro?
—Sobre todo, que es maleable y que puede cambiar, aprender y desaprender a lo largo de toda la vida.
—¿Por lo tanto se puede entrenar?
—Por supuesto. El principal objetivo de los técnicos y Academias de fútbol debería centrarse en la configuración de los cerebros de sus jugadores, para adaptarlos a las necesidades del fútbol. Después de cada entrenamiento, partido, decisión, acierto, error, reflexión... El cerebro se modifica, se reorganiza y reconfigura, y todo ello en función de la experiencia vivida. El resultado final dependerá de sus genes, de los estímulos recibidos y de la metodología utilizada.
—Esta metodología supone una ruptura de lo establecido, ¿no?
—En la actualidad todo en el fútbol está mediatizado por lo físico. El músculo sustituye al cerebro y se están formando jugadores incapaces de utilizar todo su potencial cerebral. El resultado es preocupante, carrocerías de Fórmula 1 y cerebros de motocicleta. En Smartfootball hemos reimaginado y repensado el fútbol desde otro punto de vista.
—Es lo que los técnicos llaman metodología integrada: trabajar todo con balón, ¿no?
—Sí, pero debemos tener cuidado con esta afirmación, ya que la presencia del balón no asegura toma de decisiones. Existen muchos ejercicios con balón donde el cerebro está de vacaciones.
—¿Sergio García podría ser un ejemplo de lo que habla?
—Sergio es un jugador excepcional que tiene almacenados muchos de sus aprendizajes en un plano inconsciente del cerebro, lo que le permite incrementar la calidad y la velocidad de sus acciones.
—Si siempre hay toma de decisiones, ¿cómo se trabaja la preparación física?
—La diferencia entre un buen y un mal jugador de fútbol está en su cerebro, no en sus cualidades físicas. No existe la preparación física. Se prepara al jugador para que mejore la calidad de sus respuestas durante el juego. Se han eliminado todos los trabajos que buscan únicamente una mejora física. Por ejemplo, se han eliminado los calentamientos analíticos en los inicios de las sesiones, no se hacen carreras continuas, ni trabajos de resistencia, velocidad, fuerza… También se han eliminado las temidas pretemporadas. La condición física se optimiza siempre mediante el juego.
—¿Cómo se puede incrementar la inteligencia de un futbolista?
—Si queremos formar jugadores inteligentes, el primer paso debe ser hacerles pensar y estimularles cognitivamente. Entre otras cosas, en los entrenamientos, los técnicos no deben dar las soluciones a sus jugadores. Deben llevarlos hacia la solución y reflexionar con ellos utilizando preguntas. Es mejor entrenador aquel que sabe hacer buenas preguntas que el que tiene buenas respuestas.
—Coincidió con De la Peña en el Espanyol. ¿Sería él un jugador propio de esta nueva metodología?
—Sería un buen ejemplo. De la Peña tiene y sigue teniendo un cerebro perfectamente configurado y adaptado a las necesidades del fútbol. Lo que le permitía interpretar la realidad de manera distintas y encontrar soluciones creativas.
—¿Esta metodología cuenta con un respaldo científico?
—Sí. En el año 2004 presenté en Zaragoza mi tesis doctoral donde se demostraba que todas las variables físicas se pueden mejorar igualmente mediante el juego, siempre que estas situaciones jugadas estén debidamente cuantificas y distribuidas. Esta investigación duró ocho años y participaron todos los equipos del fútbol base del Espanyol.
—¿Y ahora en el Dinamo que trabajo realiza?
—En la actualidad estoy trabajando con los mejores neurocientíficos de Moscú. Estamos investigando con los jugadores de la Academia del FC Dinamo de Moscú, y estamos analizando el comportamiento y la actividad cerebral en la toma de decisiones ante estímulos específicos del juego. Una investigación muy costosa a nivel económico y de trabajo pero realmente interesante en cuanto a los resultados que estamos obteniendo.
—¿Qué le ha sorprendido del cerebro?
—Todo. Pero me fascina el papel que desempeña la mielina en los procesos de aprendizaje. La mielina es una proteína lipídica que aumenta la velocidad y la precisión de los procesos cognitivos y motores. El estudio de la mielina es clave si queremos mejorar los procesos de aprendizaje de cualquier habilidad. La buena noticia es que los técnicos de fútbol podemos estimular la secreción de mielina en el cerebro de nuestros jugadores durante los entrenamientos.
—¿Hacia dónde evoluciona el fútbol?
—El fútbol evolucionará en la dirección de todo aquello a lo que se le de importancia. Si se da importancia a lo físico, los jugadores serán físicos y se obtendrá un fútbol muy físico. Si se da importancia al cerebro, los jugadores serán inteligentes y creativos y se obtendrá un fútbol vistoso, imaginativo.
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