lunes, 20 de junio de 2011

"Fichar es complicado, yo no le recomendaría mi profesión a nadie"

    diariodesevilla.es / EDUARDO FLORIDO
Monchi: “Era el momento de buscar el cambio”
Monchi, con ilusión por "empezar ya" ante tantas sensaciones positivas, incluido el sí de Kanoute, ve lógico que se compare este proyecto con el Sevilla que logró los títulos
-¿Tiene Monchi más ilusión que Del Nido en el nuevo proyecto? 

-No sé si es superior porque no tengo medida de la del presidente. Cuando empiezas un nuevo año en esta época siempre hay ilusión. Hay un horizonte incierto y uno apela a la ilusión para reflejar en ese horizonte los deseos de uno.

-Una gran noticia es la continuidad de Kanoute, ¿no? 

-Es lo que todos esperábamos. Teníamos alguna duda, pero lo esperábamos. Estamos cambiando bastantes cosas, pero Fredy nos va a servir para tener un referente. Es un ejemplo como profesional y como persona para los nuevos, para los jóvenes. Va a servir de mucho y seguro que va a seguir aportando su fútbol y sus goles. Es una noticia muy positiva para todos.

-¿De qué hablaron en la reunión, de renovación quizá? 

-En treinta minutos hablamos de todo un poco y él me dijo que quería consultar con su familia, y luego me lo confirmó por teléfono. Fue una alegría muy grande. Hablamos de las sensaciones que él tenía, de las que teníamos en el club sobre su capacidad y su importancia. De renovación no hablamos ni una palabra, no es el momento.

-¿Exigió jugar un número de partidos o algo similar? 

-No me ha exigido ni me ha pedido nada. Quería tener claro cuál iba a ser su papel y eso se hizo. Marcelino está muy contento, muy bien, con muchas ganas de trabajar con él, de conocerlo y de disfrutarlo.

-La apuesta en Marcelino es grande. ¿Qué les impresiono de él? 

-Su seriedad, su rigurosidad, su metodología. Ya habíamos pedido referencias y se confirmó todo lo que nos habían hablado. En esa reunión, lo que Marcelino irradiaba con todo su cuerpo, sus expresiones y su mirada era ilusión, ilusión por poder entrenar al Sevilla.

-El discurso de ambición de Marcelino ha ilusionado a la afición, ¿cree que esto limpia el ambiente viciado que había con los entrenadores desde la marcha de Juande? 

-Marcelino ha caído bien, mejor de lo que yo esperaba. No valoramos ese factor, pero es algo a posteriori nos ha alegrado. Parece que por la forma de salir del Racing renunciando a dinero, por su mensaje de optimismo y ambición, ha caído bien. Más vale caer en gracia que ser gracioso.

-Se han tomado bastante en serio el cambio de ciclo… 

-Las circunstancias ya marcaban el cambio. La virtud del Sevilla ha sido que a pesar de ser una transición difícil, porque el ciclo que se está acabando es importante, no ha sido una transición dramática, ni caótica. El Sevilla ha quedado quinto, los jugadores han salido por la puerta grande, hablando maravillas y como merecían del club. Y las llegadas parece que, a priori, están llegando también a la gente. Ojalá el fin de la transición, que será el comienzo del nuevo ciclo, sea también exitoso.

-Y este "giro copernicano", ¿por qué no fue en el pasado verano? 

-Ésa es la pregunta del millón. A lo mejor teníamos que haberlo adelantado, pero tampoco se sabe, porque el final del año fue muy bueno. A veces pecas de ser algo conservador. Teníamos argumentos para ser algo conservadores. Pero también hay una cosa importante. Uno no puede hacer los cambios que quiere, sino los que puede. Sin jugadores que terminen contratos, que tengan ofertas o que quieran cambiar es imposible. Yo no puedo forzar eso, primero porque no se lo merecen muchos y segundo porque no había posibilidades en verano.

-La bisagra del cambio parece que es la llegada de Rakitic y Medel. Le vinieron como anillo al dedo al equipo. ¿A Monchi también? 

-No, a mí no. De verdad que me gustaría ser mucha menos noticia de lo que soy. No me viene bien que el Sevilla gane ni me viene mal que el Sevilla pierda. No es la vara para medir mi estado. Yo no creo que tenga que justificar ni rendir cuentas todos los días de mi trabajo. El presidente es la persona que decide en los puestos importantes y a él es a quien tengo que contentar. Mientras él crea en mí seguiré trabajando con la misma ilusión.

-Pero hubo un periodo en el que Monchi estaba en el disparadero de las críticas, incluso se lo ha visto crispado ante la prensa… 

-Yo crispado me pongo cuando creo que hay algo que no es justo, pero sólo cuando la valoración es subjetiva. Si el Sevilla va bien todos vamos bien y si no, todos estamos mal y los que estamos más en el escaparate, estamos más expuestos. Soy tan exigente con mi trabajo que no me paro en eso. No ha sido un año duro éste, ni el anterior, por las críticas, sino porque ha habido más problemas de lo habitual y ha habido que solucionarlos.

-¿Pensó en tirar la toalla? 

-Yo he dimitido muchas veces en el salón de mi casa. Hoy no pienso en nada en eso. Sé que esto no va a ser eterno, ya son doce temporadas, e intuyo que no duraré otras doce.

-Las aguas vuelven a su cauce... 


-Cuando ganas tanto en tan poco tiempo la virtud se convierte en defecto. Ya dijimos que la perspectiva iría variando eso y el tiempo nos ha permitido ir asimilando todo eso, la gente ha visto que lo inusual era lo anterior, no lo actual.

-¿No hubo un periodo de relajación en el club por tanto éxito? 

-En los doce años que llevo en el Sevilla no he bajado el pistón ningún día, ninguno. Siempre he trabajado con la misma ilusión y la misma dedicación. Los resultados marcan, pero me gustaría que alguien dijera que esto es por esto. Hemos quedado quintos este año, vale, eso es un argumento. Pero el valor de la plantilla es superior al de hace cinco años, por juventud y valor de mercado. Perotti, Negredo, Rakitic, Capel…, ¿cuánto vale eso en el mercado? La crítica subjetiva sin contenido no la admito. Que es evidente que nos hemos equivocado más últimamente, claro. Pero también es evidente que si elevas el nivel medio de tu plantilla es más complicado mejorarla. Si tuviera que analizar mi trayectoria, no sé si he cometido más errores al principio que al final, tendría mis dudas. Cuando vienes de ganarlo todo y en vez de ser tercero quedas cuarto parece un error grande.

-¿Es un tópico injusto decir que el Sevilla fichaba mejor sin dinero? 

-Es que no es verdad. ¿Qué es más dinero, gastarse cinco millones en Renato en 2004, con un presupuesto de 50 millones, que ocho en Romaric en 2008 con uno de 100? Que haga alguien una regla de tres, que lo estudiamos todos en la EGB. ¿Es más gastarse seis en Kanoute que ocho y medio en Konko? Otra cosa es que unos jugadores hayan rendido y otros, no. Pero también nos gastamos 4,2 millones en Jesuli y salió mal. Y Negredo costó 14 millones de euros y es un éxito. Ahí es cuando me rebelo un poco. No puedes decir que Monchi fichaba mejor sin dinero porque jugadores como Kanoute o Renato, que en su momento fueron inversiones muy importantes, han rendido muy bien, y jugadores como Jesuli, que fue una gran inversión en su momento, mal. Me he equivocado y he acertado con dinero y sin dinero.

-La transición también implica el adiós a la apuesta por el fútbol africano, o francófono, ¿no? 


-Bueno. Ha habido de todo. Kanoute es francófono de origen africano, igual que Konko. Africanos son Zokora, Romaric, Dabo y Kone, pero también Keita. Nada es tan absoluto. Zokora hizo una muy buena primera temporada y una segunda temporada de más a menos terminando en un nivel muy por debajo de sus posibilidades. Sobre Romaric existe la eterna pelea y no vamos a discutir. Sus números, en cuanto a partidos y aportaciones, son mejores que sus sensaciones, quizá por su forma de ser. Abdoulay no se ha adaptado a Sevilla, pero es un jugador extraordinario, la prueba es que se lo están rifando en el Calcio. Fue una apuesta en ese mercado por varios aspectos. Uno el económico. Los salarios estaban en un nivel asequible. Y sobre todo porque es un fútbol que estaba creciendo y mezclaba muy bien lo físico y lo técnico.

-¿La suerte influye en los fichajes? 


-No creo en la suerte, creo en el trabajo, y la manera de reducir al máximo posible el factor suerte es con el máximo trabajo. Fichar es complicado, yo no le recomendaría mi profesión a nadie. Estás tratando con personas y ves a un jugador en un entorno que es totalmente distinto. Tienes que hacer un análisis objetivo, futbolístico y un análisis subjetivo: tienes que prever cómo va a responder en otro escenario, en un entorno nuevo. Eso es difícil y no es excusa, eh. Y luego son tres partes, dos clubes y el jugador.

-¿Qué es más difícil, dar con el delantero o con el central adecuado? 


-Los dos son complicados. Nos hemos puesto la premisa de no precipitarnos y estar convencidos. Tenemos que comprar gol, porque se han ido de 15 a 20 goles de Luis Fabiano. Manu, Rakitic y Trochowski nos van a aportar gol y el delantero que compremos tiene que tener menos gol. Pero es lo más difícil. Tenemos la tranquilidad de que hay tiempo para firmar en ambas posiciones. Por la especialidad del puesto, es más difícil el delantero, pero la continuidad de Kanoute, que no varía la planificación ni la inversión, sí nos da tranquilidad y tiempo, nos da más margen.

-Campaña es otro fichaje, ¿Luis Alberto no? 


-Van a ir a Costa Rica muchos jugadores del filial, y no se sabe qué pasará con algunos todavía. Sí es seguro que Campaña y Bernardo tendrán ficha del primer equipo. Las otras fichas dependerán de las salidas. Luis Alberto ya tiene marca del primer equipo, pero, al igual que con Rodri, todavía hay que decidir. Con Campaña creemos que está ya listo para aportar, con tranquilidad, por eso le hemos dejado hueco en la primera plantilla, para que él se sienta importante y dé lo que esperamos. Y con su ascenso le dejamos hueco en el filial al juvenil Jozabed, otro con gran proyección.

-El play-off ha deteriorado entre la afición la imagen de Bernardo... 

-Confiamos en un jugador por una trayectoria, no por dos partidos.

-Marcelino apuesta fuerte: quiere el Sevilla de los títulos. 

-Hay muchos paralelismos. Partimos de ser quintos, viene gente joven con más ilusión que nombre, un entrenador joven y con hambre... Alejarnos de la comparación es imposible. Estamos situados ya en una exigencia muy grande, va ya con el club, y no va a crecer más porque lo hayamos comparado con el Sevilla de los títulos. Hay ganas de que empiece ya. Todo lo que se barrunta es positivo.