miércoles, 21 de noviembre de 2012

La 'mafia' gobierna la cantera atlética

  • Los responsables del fútbol base del Atlético actúan como agentes encubiertos de jugadores a través de sus hijos
  • Los chavales reciben todo tipo de presiones o sugerencias para ser representados por el clan familiar de Julián Muñoz y Sánchez Puerta
grada360.com
La 'mafia' gobierna la cantera atlética

Huele a podrido en la cantera del Atlético. Todos conocen lo que pasa, dicen, pero nadie lo combate. Sólo los padres de algunos jugadores (escondidos en el anonimato) que denuncian haber sido víctimas de algo parecido a una mafia: pagaron las consecuencias de no acceder a que sus críos fueran representados por la empresa favorita del club.

Algo habitual en el mundo de las categorías inferiores y hasta superiores del deporte, sostienen, pero con una particularidad añadida y muy fea en este caso: los agentes dominantes son familiares de los pesos más pesados e influyentes del fútbol base rojiblanco, los empleados del club que finalmente deciden que jugadores se quedan o se van, cuáles suben o bajan, a veces incluso quién debe jugar de titular.

Carlos Aguilera, oficialmente el director del fútbol base del Atlético, asegura que de ninguna manera. “No hay ninguna vinculación entre ningún empleado del Atlético y los agentes de los jugadores. Eso te lo digo yo, que trato con todos”, afirma. Sin embargo, el registro civil cuenta otra cosa. Los hijos de Julián Muñoz, el jefe de captación de la cantera del Atlético, de facto el que más manda, y de José María Sánchez Puerta, su mano derecha, representan a varios futbolistas rojiblancos. Al menos 18 reconocidos en la propia página web de Más fútbol, agencia fundada en septiembre de 2010 en la que trabajan ambos (Chema Sánchez Puerta como administrador único) y cuyo director general es Herminio Menéndez.

"No hay ninguna vinculación entre ningún empleado del Atlético y los agentes de los jugadores", dice Aguilera
Además, aparece otra firma en el registro, Gol 21 Asesoría Deportiva, cuyo fundador en marzo de 2010 es el propio José María Sánchez Puerta Prieto y del que el administrado único es también Chema Sánchez Puerta Castañeda, su hijo. No hay constancia oficial en el registro de jugadores del Atlético representados por esta firma.

Tampoco en Steelman Sports Players, agencia constituida en diciembre de 2007 de la que es Consejero César Labrandero, el hijastro del mencionado Julián Muñoz. El Consejero Delegado de Steelman es Guillermo Moraleda, director general comercial del Atlético de Madrid. Tampoco es fácil acceder al grueso de sus futbolistas representados porque tienen encriptada la página web.

Julian Muñoz vuelve en 2011

Julián Muñoz regresó al Atlético en junio de 2011, tras la marcha de José María Amorrortu como responsable de la cantera, para ayudar a Aguilera en el desempeño de una labor para la que no tenía experiencia. Y con él, como mano derecha, José María Sánchez Puerta, un reputado ojeador de categorías inferiores. Nada más llegar hicieron limpia. Hasta 13 técnicos fueron puestos en la calle y sustituidos por personal de su cuerda. Fue entonces cuando empezó a funcionar por los vestuarios de la Ciudad Deportiva de Majadahonda la agencia a la que los canteranos llaman “la mafia”.

Su forma de actuar responde a tres patrones. Captar jugadores de otros equipos que, gracias a su información privilegiada, ya saben que están en la agenda del Atlético (bajo la promesa de fichar), repescar para el club a futbolistas representados por ellos de los que prescindió en anteriores etapas o tratar de birlarle a otros agentes futbolistas que ya están en la cantera.

Lo cierto es que se ha instalado en el ambiente que en la cantera del Atlético es más fácil prosperar si te representan los hijos de los jefes.

Hay quien comenta que no, que recibieron la pertinente oferta de los Labrandero y Sánchez Puerta y que no han sufrido represalias por denegarla. Pero hay padres que aseguran que sí, que sus hijos han tenido que dejar el club por no pasar por el aro. “Los chavales que no firman con ellos no juegan, hay casos de chicos que no han jugado hasta que no han firmado”, dice un empleado del club. “Chavales que han hecho una temporada increíble no han sido renovados porque no estaban con ellos”, añade. “Los chicos y los padres sabemos que si firmamos con ellos crecen las posibilidades de quedarse”, dice la madre de un jugador.

Los entrenadores de las categorías inferiores reconocen sugerencias, a veces muy insistentes, sobre todo de Julián Muñoz para que jueguen los representados de su hijastro. “A los entrenadores les dictan las alineaciones y los chavales lo saben”, dice un padre de un chaval de la cantera. Pero los técnicos aseguran que no ceden, aunque reconocen que la plantilla sí se la dan hecha. Y que saben que estarán mejor vistos en la casa si ponen a quienes tienen que poner.

El caso es que este verano en la composición de la plantilla han causado bajas jugadores interesantes que estaban en su cartera y han continuado o aparecido otros que sí lo están.

¿Golfada o dejadez?

En el anecdotario aparecen casos realmente curiosos. Como que diez titulares del equipo de Milinko Pantic el curso pasado en Segunda B (18 de la plantilla) hayan tenido que hacer las maletas y que sólo siga Pedro, cliente de Más Fútbol. El propio entrenador tuvo que dejar el equipo por desatender las sugerencias de sus jefes para alinear o no a según qué jugadores.

Diez con titulares con Pantic se fueron y se quedó un cliente de las empresa Más Fútbol
¿Los dueños del Atlético, sospechosos habituales en las operaciones con jugadores para el primer equipo, autores de fichajes extraños que no llegan ni a jugar, están al corriente de lo que ocurre en su fútbol base? ¿Consienten la trama, participan del negocio encubierto, desconocen todo? ¿Golfada o dejadez? En las gradas del Cerro del Espino todos lo saben. Es un runrún domingo tras domingo. Pero todos callan. “Funcionan con el terror. Si dices algo, te fulminan. No amenazan directamente, pero todos lo saben. Mucho padres no quieren dar más detalles por miedo a que sus hijos no vuelvan a tocar un balón”.