Después de la lluvia de informaciones recibidas en el día de ayer sobre el futuro del banquillo del Cádiz ya se puede decir que “habemus míster”.
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Si una palabra definiera la destitución del ya ex-entrenador cadista Alberto Monteagudo, esta palabra sería ‘extraña’. Miles de noticias y desmentidos llenaron ayer las redes sociales de los periodistas de la ciudad más antigüa de occidente, y sus razones tenían.
A muchos de ellos, los propios jugadores del Cádiz, y el propio Gaucci les confirmaron la destitución del entrenador manchego. Otros aseguraban que Gaucci les había dicho que Monteagudo no había sido cesado. Lo único claro era que alguien mentía en toda esta historia.
Pero el esperpento no queda aquí. Mientras que el presidente del club, Florentino Manzano, decía en RadioGoles que Monteagudo continuaba como técnico cadista, Gaucci estaba reunido con los Administradores Concursales para cerrar la destitución del técnico albaceteño. En definitiva, un auténtico caos.
Tras la tempestad llega la calma. Y Ramón Blanco volverá a sentarse en el banquillo del Ramón de Carranza más de una década después. El técnico gallego ya ha dirigido al equipo gaditano en dos etapas bien distintas, en Primera División y en Segunda División B. Además de vestirse la elástica amarilla entre 1976 y 1980.
Ramón retoma su actividad como entrenador tras diez años de inactividad, después de abandonar el banquillo del Granada CF en la temporada 2001/2002. Un hombre de la casa que ya está ejerciendo como entrenador, y es que, según los compañeros de El Desmarque Cádiz, el nuevo míster ya se ha puesto en contacto telefónico con Aulestia para convencerle de que el debe ser el capitán de un barco, que ahora mismo, está hundido