excelentia.wordpress.com
Centro Excelentia: En el deporte se suele prestar atención a la salud del deportista pero no tanto a la del entrenador, aún cuando se conocen los altos niveles de estrés e incertidumbre que deben soportar. ¿Pude todo esto le puede pasar factura?
Dr. Muñoz: Sí, a los jugadores y a los entrenadores se les ve como íconos mediáticos y se nos olvida que son personas y, por supuesto, no están libres de sufrir problemas de salud. Como menciona, los entrenadores están sometidos a niveles muy altos de estrés al ser la cabeza visible de un equipo tanto si va bien como si va mal. Estando en el ojo del huracán es importante seguir una serie de recomendaciones que les permitan mantener un adecuado estado de salud para que puedan desarrollar su labor profesional al máximo nivel, de la misma forma como hace un deportista.
CE: Desde el punto de vista médico ¿cuáles puede ser las causas de estos problemas?
Dr.M: El estrés, por ejemplo, puede facilitar la aparición las ulceras gástricas. Las suelen sufrir entrenadores profesionales, directivos de empresas o cualquier persona que soporte con frecuencia este tipo de situaciones. En pocas palabras ello sucede porque se segregan un tipo de sustancias que disminuyen la protección del tubo digestivo aumentando la acidez y provocando la úlcera. De igual manera, el estrés crónico conlleva problemas a nivel coronario y de sistema nervioso central. Por lo tanto, las arterias están sometidas a cargas altas de adrenalina y noradrenalina que las hacen trabajar bajo mucha presión y rigidez pudiendo provocar infartos de miocardio o infartos cerebrales como riesgos para la salud de forma inmediata.
CE: Hoy en día la presión de la que hablamos puede trascender el profesionalismo y afectar otros niveles competitivos como el deporte de base o amateur. Esto sucede por distintas razones personales o sociales y, aunque no debería ser así, es nuestra realidad. ¿Cómo puede un entrenador darse cuenta de que está en una situación de riesgo?
Dr.M: Los entrenadores tienen un alto nivel de autoexigencia y de autocrítica, además de las demandas externas de su actividad. Por esto se les debe enseñar diferentes herramientas desde el punto de vista psicológico y fisiológico para que sean capaces controlar ese estrés repetido en el tiempo y evitar que los merme. ¿Cómo hacerlo? Utilizando técnicas de relajación, controlando los niveles de ansiedad, monitorizando su frecuencia cardíaca, aumentando su conciencia sobre lo que están haciendo y del momento en el pueden superar determinadas líneas rojas.
CE: ¿Cuáles son las líneas rojas?
Dr.M: Son los síntomas que indican la zona de peligro donde se expone a un alto riesgo de salud, como los mencionados anteriormente. Sin embargo, es bueno saber previamente la predisposición de cada uno haciéndose revisiones o reconocimientos médicos cada temporada.
CE: Y cuando se supera ese límite, ¿Qué debe hacer?
Dr.M: Si hay un dolor intenso en el pecho, brazo izquierdo o en la mandíbula ello puede indicar un riesgo inminente de infarto. También se debe estar atento a la frecuencia cardíaca, por ejemplo, una persona en reposo no debe estar con taquicardia. Puede revisar como se encuentra antes de una charla o durante el partido y controlarlo mediante la alarma con que cuentan estos instrumentos. Esto le ayudaría a evitarse problemas de salud, además de rendir adecuadamente en su labor como entrenador y encontrar un nivel de activación adecuado. El entrenador debe hacer paradas técnicas así como las hace un coche de fórmula 1, en vez de cambiar las ruedas él se hidrata y baja las revoluciones.
CE: ¿Quisiera comentar algún otro aspecto a tener en cuenta?
Dr.M: Sí, además de preparar los entrenamientos y dirigir partidos, como cualquier persona necesita alimentarse, descansar y hacer ejercicio correctamente. Debe hacer algún tipo de actividad física aeróbica que compense ese aumento de estrés en pico que tiene durante los encuentros.